Financiación y servicios

El auxilio para deudas de vivienda, alquiler e hipotecas sobresalen

La mitad de peticiones de ayuda de emergencia social se encuadran en el pago de deudas de alquiler, hipotecas y necesidades básicas de vivienda. Unos gastos dentro de los que entran tanto el dinero para afrontar estos pagos, que evitan que los beneficiarios pierdan la casa y que se dan siempre que no haya otros medios económicos para satisfacerlo, como aquellos para reparaciones ordinarias o extraordinarias que permitan mantenerla en condiciones de seguridad, higiene y salubridad de carácter primario, siempre que su falta de atención pueda suponer un riesgo para la salud. Por detrás quedan otras que hasta ahora eran las principales, como las de alimentación y cuidados básicos esenciales, así como atenciones menores para gastos de salud o de educación. Los auxilios se coordinan y evalúan en los ceas, como el de Padre Isla.

 

Ayudas de emergencia de la Diputación para alquiler y manutención, sobre todo

Las ayudas de emergencia gestionadas por la Diputación van destinadas principalmente a familias en riesgo de exclusión, aunque la crisis ha provocado que en los últimos años se hayan incorporado a este programa familias normalizadas a las que el paro y la falta de prestaciones económicas y subsidios han arrastrado. Están destinadas principalmente al pago de alquileres de viviendas para familias y a sus gastos de manutención. En cuanto a las requisitos precisos para acceder, los demandantes deben residir en algún municipio de menos de 20.000 habitantes, donde han de estar empadronados desde hace seis meses. No pueden superar en sus ingresos anuales la cantidad equivalente a 1,2 veces el IPREM anual, incrementada según el número de hijos hasta un límite del 1,8. También hay ayudas para personas que no pueden subsistir.