san andrés del rabanedo
El PP impulsará una ordenanza de convivencia para frenar el vandalismo
El último destrozo afectó a la bancada de anclaje de bicicletas junto a la piscinas.
Las bicicletas de uso compartido junto a las piscinas fueron retiradas tras el ataque a su bancada.
Nuevos actos vandálicos han destrozado en los últimos días las bicicletas de las bancadas de las piscinas municipales, además de mobiliario urbano y de juegos de parques infantiles. El equipo de gobierno indica que esta situación se repite de forma habitual y causa «importantes daños económicos a las arcas municipales». Por eso retomarán después del verano la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, que establece sanciones a las personas que realicen este tipo de destrozos. La ordenanza ya está elaborada, pero el PP no ha obtenido el respaldo de la oposición para sacarla adelante.
Los últimos ataques el pasado jueves por la noche en la bancada de las piscinas de San Andrés, donde las bicicletas que allí estaban ancladas fueron destrozadas prácticamente por completo. Las concejalías de Atención al Ciudadano y de Medio Ambiente estudian la posibilidad de recoger todas las bicicletas dado que este tipo de actos se han convertido en algo habitual en el municipio, a pesar de la vigilancia policial. También aseguran que «el boicot de PSOE, PAL, IU e IxSA impidió que saliera adelante esta normativa que ya tienen la mayoría de los ayuntamientos».
La Ordenanza de Convivencia Ciudadana que defiende el Partido Popular hace referencia a daños en árboles, parques, jardines, mobiliario urbano, objetos situados en la vía pública, estanques y fuentes. Además sanciona los graffitis, el consumo de bebidas alcohólicas, la utilización incorrecta del monopatín y bicicletas o hacer las necesidades fisiológicas en la vía pública.
Sin pintadas o carteles
De hecho, esta normativa prohibirá las pintadas, la colocación de banderolas o carteles, tirar octavillas al suelo, romper, talar o zarandear árboles, arrancar flores, encender fuego, dejar objetos en la vía pública, bañarse en las fuentes, lavar el coche en la vía pública o vaciar los ceniceros. Serán infracciones muy graves perturbar la convivencia ciudadana y las pintadas que se realicen sobre monumentos o edificios catalogados o protegidos. Deteriorar parques y jardines, y mobiliario urbano constituirá una infracción grave, al igual que defecar, orinar o escupir en la vía pública o consumir bebidas alcohólicas.
El mobiliario urbano que más sufre este tipo de actos de vandalismo son las papeleras y los bancos, que son arrancados en diversos lugares del municipio, especialmente en los parques. Además, de estos espacios verdes se han llevado decenas de tornillos y tirafondos de los bancos y juegos infantiles, además de los numerosos vertidos de basura registrados o contenedores rotos.