Cascada de sentencias judiciales contra Good Fly por la cancelación de vuelos en León

Aquella escalada de cancelaciones de vuelos que definió la salida del contrato de la aerolínea Good Fly para operar desde León tiene ahora reflejo en notificaciones judiciales. Sentencias firmes que recogen la condena a la empresa a abonar las sumas del coste de los pasajes, cantidades que se incrementan con el interés legal del dinero desde la fecha de presentación de las demandas, así como al pago de las costas procesales. Los veredictos ya notificados hacen alusión a cantidades de indemnización de 773 euros, de acuerdo con el coste de los billetes a los destinos que fueron cancelados y dieron origen a los pleitos emprendidos el pasado verano por los pasajeros afectados. El fenómeno de las cancelaciones se generalizó al punto de afectar por completo a la hoja de rutas que había comprometido la aerolínea entre León y zonas turísticas, de costa e insulares. Baleares, la costa del Sol o el Mediterráneo. Para resolver los perjuicios causados a los clientes, el consorcio de promoción del aeropuerto leonés se vio obligado a fletar vuelos charter de regreso a La Virgen del Camino y sacar del apuro a los pasajeros afectados por las cancelaciones. El declive terminó con otra cancelación, la del contrato de vuelos incentivados, disuelto por incumplimiento casi un mes antes de la fecha fijada de conclusión.

En las resoluciones judiciales se desvelan además circunstancias capaces de reflejar de forma implícita la situación legal de la empresa demandada, a la que se define ««en rebeldía» y «en ignorado paradero» en este proceso judicial en el que se ha visto inmersa por las demandas de cancelación de transporte aéreo.

La vía judicial quedó como único asidero para los pasajeros que se vieron atrapados por la suspensión de vuelos (en origen o destino), o en la modificación sensible de los trayectos de los viajes contratados. La solución del traslado por carretera fue por momentos el único parche que atenuó la zozobra de los usuarios: en algunos casos, familias enteras atrapadas a 800 kilómetros del regreso a casa.