La Cumbre Social de León se disuelve y traspasa a los políticos la responsabilidad de luchar por el tren

La Cumbre Social de León ha anunciado hoy disolución, al menos de forma temporal, y ha pedido a los partidos políticos que tomen el relevo y reivindiquen mejoras en el transporte ferroviario para la provincia.

Así se ha puesto de manifiesto en la rueda de prensa ofrecida hoy por los portavoces de este colectivo, Ignacio Fernández, secretario provincial de CCOO; Manuel Mayo, Fernández, secretario provincial de UGT, e Hipólito B. Riesco, presidente de CSI-CSIF.

Los representantes de la Cumbre Social de León dejan  el “protagonismo” de los próximos meses a los partidos políticos y sean estos quienes, a través de sus programas electorales, lideren las reivindicaciones ferroviarias para la provincia. En los procesos electorales serán los ciudadanos quienes analicen estos cuatro años que, a juicio de la Cumbre Social, ha sido un tiempo “perdido”.

El secretario general de CCOO en León, Ignacio Fernández, explicó que será a finales de año cuando volverá a ponerse sobre la mesa la “razón de ser o no” de la plataforma, sobre todo teniendo en cuenta que el futuro de León “sigue pasando por el ferrocarril” y aunque en este último año “no se ha conseguido nada”, a pesar de las muchas reivindicaciones que se han llevado a cabo, hay que seguir siendo “más ambiciosos” en esta materia.

En este sentido, Fernández recordó que las principales peticiones pasan por la conexión de la ciudad y su entorno con el puerto del Museo que “será siempre la salida natural de buena parte de la mercancía hacia Europa”, algo muy relacionado con la plataforma logística de Torneros, que tiene como uno de sus aspectos más privilegiados el enlace ferroviario y por carretera a la vez.

También, se requiere una línea de cercanías entre León y Matallana “constante y con viajeros” que además resulte “útil”, algo que pasaría por la centralidad de la estación; lanzaderas entre León y Ponferrada, los trenes turísticos y el desarrollo de la connivencia del turismo y las rutas verdes; y el mantenimiento del empleo ferroviario que cuenta en la actualidad con 900 trabajadores en Renfe, Adif y Feve. “Hay que aspirar a mantener estas cifras”, añadió Fernández, quien estimó que cualquier reducción “sería la constatación de que el ferrocarril se muere”.

En el día en el que se cumple exactamente un año de la manifestación en defensa del ferrocarril que congregó en la capital leonesa a cerca de 15.000 personas, la Cumbre Social ha anunciado este parón después de un año de reivindicaciones que califican como “satisfactorio” en cuanto a los actos organizados, aunque auguran un futuro “oscuro” en lo que a realidades se refiere porque “no se sabe el futuro de nada”, sentenció Fernández.

Así se aprecia después de la “esperadísima” visita de la ministra de Fomento, Ana Pastor, quien participó en una visita “en un contexto preelectoral” en la que el colectivo lamentó que no se produjera una reunión de trabajo. “Es impresentable y de vergüenza, no tenía que huir de nadie y menos de los suyos, a quienes recibió en el andén como si fueran unos don nadie”, declaró Fernández.

Fue un viaje “fantasma, turístico o de placer” en el que no se dio a conocer la información “real” de los proyectos ferroviarios, y en el que no se aportó “ninguna solución ni ninguna conclusión”, insistió el secretario general de UGT en León, Manuel Mayo. “Echamos de menos que nos reúna a las organizaciones preocupadas por la situación de la provincia”, dijo Mayo, quien explicó que más allá de la llegada del AVE próximamente a León se está preocupado “por el empleo”.

Por su parte, el presidente de CSI-CSIF, Hipólito Riesco, hizo un repaso de las actuaciones reivindicativas que ha llevado a cabo la Cumbre Social durante todo este año, en el que se han defendido tres demandas básicas que pasan por la llegada “urgente” del AVE a León, con doble vía y con los sistemas de seguridad necesarios, la consistencia de la alta velocidad con el transporte ferroviario convencional, la centralidad de las estaciones y, por último, la garantía del empleo en el sector ferroviario, algo que pasa por la plataforma logística de Torneros y por el Centro de Regulación y Control (CRC) del AVE.