La Fiscalía solicita la reapertura de la causa por el crimen del comandante Cortizo en León
Casi veinte años después del atentado terrorista, el caso judicial estaba a punto de prescribir
La Audiencia Nacional, a instancias de la Fiscalía, reabrirá previsiblemente la causa abierta contra el terrorista etarra Sergio Polo y su compañera de banda Soledad Iparraguirre, como presuntos autores de la muerte del comandante Luciano Cortizo, que falleció en León a consecuencia del atentado cometido el 22 de diciembre de 1995 cuando una bomba lapa destrozo los bajos de su coche y acabó con su vida y dejó gravemente herida a su hija.
Javier Zaragoza, fiscal jefe de la Audiencia Nacional, remitió la semana pasada un escrito al juez Juan Pablo González en el que solicita el encarcelamiento de los dos sospechosos del atentado, por considerar que en la revisión que efectúan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado respecto a los atentados sin resolver, se habían realizado determinadas diligencias de investigación de acuerdo a las cuales, había numerosos indicios en el registro del domicilio de Polo que no habían sido relacionados con el caso, según el escrito del Ministerio Público, al que ha tenido acceso este periódico.
Después de una nueva revisión de los efectos, se llegó a la conclusión de que los artículos intervenidos en el domicilio del terrorista eran perfectamente compatibles con el tipo de explosivo que se utilizó para poner fin a la vida de Cortizo. Había también manuales sobre la manipulación de vehículos Ford, precisamente la misma marca del automóvil que conducía el comandante en el momento de la explosión.
Por todo ello, se solicita la reapertura del caso