El Ayuntamiento da permiso de obras a Llamas sin imponerle aún su multa

Casi dos meses después de la paralización, el concejala de Comercio y Consumo del Ayuntamiento de León, Pedro Llamas, puede seguir con las obras del restaurante que comenzó sin licencia administrativa. Un paso adelante que quedó certificado ayer por la junta de gobierno, aún a la espera de que se concrete cuál será la cuantía de la multa que le impondrá el consistorio, que oscilará entre 21.00 y 10.000 euros si se confirma la falta como leve, y sin que ni siquiera se haya constituido la comisión especial de investigación que le forzaron a crear al PP los grupos de la oposición municipal. No habrá más. Ni destitución de sus funciones, ni dimisión, porque «no merece ninguna depuración política aparte de la sanción administrativa», como defendió el portavoz del equipo de gobierno.

El permiso concedido a Chicken System, la sociedad que Llamas comparte con otros tres socios pero de la que es administrador único, hace que «de manera inmediata» dé continuidad a los trabajos del restaurante de la franquicia Kentucky Fried Chicken (KFC), situado en el esquinazo que forman la avenida Alcalde Miguel Castaño y Fernández Ladreda, junto al aparcamiento de Carrefour. No partirá de cero, ni mucho menos, dado que de manera ilegal el concejal de Comercio y Consumo logró ejecutar, antes de que se le paralizara la obra, la preparación del terreno, la cimentación, la solera y las instalaciones de saneamiento amparado en que era una «obra menor» cuya licencia «se daba de forma automática».

Sí que tendrá que ajustarse Llamas a los cambios que le marcaron los técnicos municipales, como le recordó el PSOE en la comisión de Urbanismo, ya que el proyecto inicial no cumplía con lo marcado por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) al tener menos altura de la exigida. Por lo demás, el concejal de Comercio, que atribuyó la ilegalidad a «un exceso de confianza», ya tiene, ahora, permiso de obras.