Ningún agente recién salido de la academia es aceptado en las misiones
Otras también de alta peligrosidad, como la de la República Centroafricana, acabó recientemente en un país en conflicto entre sus diferentes etnias y en el que el instituto armado ha desarrollado labores de seguridad, sobre todo en el distrito más peligroso de su capital, Bangui.
Un total de 103 guardias civiles forman parte de diferentes organismos internacionales, 91 integran servicios de seguridad de embajadas, 45 son agregados de interior en legaciones diplomáticas, 56 están en asesorías técnicas en el exterior y 4 en centros de cooperación policial.
Habilidades sociales, experiencia -nadie recién salido de la academia sería aceptado-, capacidad de trabajo en equipo y la acreditación de cursos especializados son tenidos en cuenta a la hora de seleccionar a los candidatos, subrayan las fuentes.
Los agregados o consejeros de Interior en las delegaciones diplomáticas permanecen cuatro años, pero en el caso de los agentes que integran los equipos de seguridad de estas representaciones de España el periodo de estancia es de dos años, si bien, según las fuentes policiales, para lugares de alto riesgo existe la excepción de cuatro meses rotativos, en el caso de la Policía.
Ocho guardias civiles han muerto en el exterior, entre ellos, en 2003, el comandante Javier García Jimeno, quien falleció junto con otros 61 militares españoles, en el accidente del yak-42 en Turquía.
El capitán José María Galera Córdoba y el alférez Abraham Leoncio Bravo Picallo murieron en 2010 en la provincia de Badghis (Afganistán) cuando daban clase a miembros de la policía de ese país por los disparos de uno de los agentes afganos. Los talibán se atribuyeron el ataque.
Murieron en acto de servicio en el exterior, como los policías San Martín y García Tudela el viernes 11. Como falleció la subinspectora Rosa Crespo, sepultada bajo los escombros de un edificio que se derrumbó por completo en el terremoto que asoló Haití en 2010.