Diario de León

EL AHORRO REGRESA AL LADRILLO

Los compradores pagan en efectivo más del 42% de las viviendas en León

El sector inmobiliario prevé que el stock provincial de edificaciones se reduzca en más de 3.000 durante este año. En los años de crisis salieron al mercado local 22.660 pisos nuevos, de los que casi un 30% siguen vacíos ahora.

León

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El ladrillo vuelve a ser el refugio de muchos ahorradores leoneses. La casi nula rentabilidad de los productos de ahorro más tradicionales y seguros, los desengaños con fórmulas bancarias hoy judicializadas y la volatilidad de los mercados financieros, en plena tormenta de incertidumbres sobre el futuro, se han sumado a un mercado inmobiliario que ha tocado fondo, y comienza a repuntar ahora. El hecho es que muchos ahorradores han decidido apostar por un valor que, pese a lo ocurrido en los últimos años con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, consideran de nuevo una inversión más estable. Una tendencia que se aprecia ya desde 2010, según explica José Antonio Pérez, director de la Cátedra Inmobiliaria del Instituto de Práctica Empresarial (IPE); y que constatan las estadísticas oficiales.

Sólo en los once primeros meses del año pasado se vendieron en la provincia 2.286 viviendas, pero únicamente se firmaron 1.315 hipotecas. Y eso teniendo en cuenta que todavía algunas de ellas corresponden a refinanciaciones y reestructuraciones de deuda. Es decir, más del 42% de los pisos que se compran en la provincia se pagan en efectivo, sin recurrir a la financiación bancaria.

Son inversiones, además, que contribuyen en cierta forma al estancamiento del mercado inmobiliario: no se ponen de nuevo a la venta ni se alquilan en el convencimiento de que el desplome de precios ha tocado fondo y, como demuestran los datos, comienza a repuntar. Es decir, es dinero ‘sin prisa’, capaz de aguantar hasta que las rentabilidades esperadas sean más atractivas.

Reducción del stock

En todo caso, las previsiones apuntan que en los próximos meses continuará reduciéndose el stock de vivienda disponible en la provincia, que alcanzó su máximo en 2011 y 2012, con 14.397 pisos en el mercado leonés. La reducción de este gran mercado de pisos en venta comenzó a mermar en 2014, pero fue realmente el año pasado cuando las ventas se animaron: a falta de cerrar datos, el IPE calcula que 2015 cerró con 8.919 viviendas en venta (de las promociones que están en el mercado, las propuestas de venta de los particulares no pueden contabilizarse estadísticamente); y su estimación es que en este año se reducirá en algo más de 3.000 viviendas, hasta dejar un remanente de poco menos de 6.000 pisos en el mercado.

En realidad el puzzle de los informes sobre el mercado inmobiliario es difícil de encajar. Según las previsiones del IPE, que cruza estadísticas oficiales con los datos de sus agentes, 2015 cerrará en León con un volumen de compraventas de 2.899 viviendas. El Instituto Nacional de Estadística (INE), a falta de un mes para cerrar el ejercicio, cierra esta lista con 2.286 pisos y casas vendidos. En todo caso, la tendencia a la recuperación es clara.

Una previsión que contrasta con la de la misma Cátedra Inmobiliaria, que prevé un aumento de las compraventas de poco más de 500 sobre las que calcula que cerrarán el ejercicio actual.

Eso sí, a la hora de realizar estimaciones sobre el dinero que los compradores se dejarán en estas operaciones, cifra en 122.487 el precio medio de las operaciones (un 21% más que el año recién finalizado); mientras calcula que la hipoteca media será de menos de 62.000 euros, casi un 20% menos que en 2015.

Los muchos factores que intervienen en el mercado inmobiliario, y la financiación que lleva asociada, permiten también múltiples interpretaciones.

Para la Sociedad de Tasación (Tinsa), por ejemplo, el número de viviendas vacías que acumula la provincia respecto a las que se terminaron a partir de 2008 es de 4.388, más del 28% del total. Y la disponibilidad de opciones y la pugna de precios hace que el número medio de meses que hacen falta para vender un piso sea en León de 10,3 meses. Poco más que la media nacional. En todo caso, la sociedad sitúa a León entre las ciudades que más tardarán en deshacerse del stock de vivienda acumulado. Una realidad a la que contribuyen factores como una buena parte de demanda insolvente (paro y dificultades de financiación), la mala ubicación de las viviendas, entornos que no acabaron de consolidarse y carecen por tanto de servicios, dotaciones y comercio que hagan atractiva la vida en ellas, promociones en las que la ocupación sigue siendo escasa y generan dudas sobre su sotenibilidad económica,...

Y propietarios a la espera del anunciado repunte. Muchos compradores siguen reteniendo las viviendas a la espera de mejores perspectivas en los precios.

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