Pablo Antonio Martínez: "Los policías de Burgos las engañaron como chinas, usaron un procedimiento de manual de perros viejos de homicidio"

"Mi mujer y mi hija no me hacían ni caso", ha confesado Pablo Antonio Martínez, padre de Triana y marido de Montserrat en su declaración ante el jurado.

El que fuera jefe de la Policía Nacional de Astorga en el momento en que se cometió el crimen ha asegurado también que desconoce cómo aprendió a disparar su mujer, cómo llegó su munición hasta la casa de Triana y que su hija tuviera novio. Y ha relatado que lo primero que hizo al conocer que su mujer e hija estaban detenidas por el asesinato de Isabel Carrasco fue ir a su armario y comprobar que el arma reglamentaria estaba allí. También ha asegurado que nunca hicieron prácticas de tiro.

La defensa de Triana ha sido acusada de utilizar como estrategia la aportación de documentos sobre el suicidio del hijo de un compañero del ex jefe de policía de Astorga del que habla él para fundar sus temores sobre Triana.

Pablo Antonio Martínez ha sostenido que su mujer no le contaba nada los fines de semana que Triana se quedaba en León. "Iban y venía y no sabía nada" ha dicho sobre sus visitas a Carrizo.

Martínez ha sostenido que los policías de Burgos, que lograron la confesión de Montserrat González "engañaron a mi mujer y mi hija como chinas" y ha asegurado que "hicieron una declaración guiada".

"Utilizaron un procedimiento de manual de perros viejos de homicidio" para ganar la confianza de los detenidos "para obtener información".

A fecha de hoy, sigue sin conocer la identidad de la pareja de su hija, con quien llevaría cuatro años. Los domingos, padre madre e hija solían comer en Carrizo de la Ribera, donde fueron halladas varias plantas de marihuana, cuya existencia aseguró desconocer.

Respecto al presunto incidente sexual que habrían protagonizado Carrasco y Triana en el piso de la política, explicó que a él se lo contó un forense que la atendió en prisión.