Ciudadanos fuerza el cese de Maraña ante el desgaste por su polémica gestión

á. Caballero/A.G. Puente | León

Una larga y controvertida lista de despropósitos al frente de la formación naranja, coronada por la retahíla de tuits machistas como último episodio llevaron ayer a la dirección nacional de Ciudadanos a forzar la renuncia de su coordinador en León. Sadat Maraña remitió a primera hora de la tarde una carta, rubricada por su puño y letra, en la que anunciaba su dimisión. Como argumento principal para explicar su decisión aludió a que en los últimos meses ha recibido «ataques indiscriminados» hacia su persona por parte de «un medio de comunicación», en clara alusión a diversas informaciones publicadas por este periódico, en las que, entre otros asuntos, se desveló que el entonces líder de C’s había mentido en su currículum —hecho que le retiró de la carrera al Congreso— o las difundidas en los últimos días, en las que se recogen una serie de tuits machistas que le han costado la censura de su partido. Maraña entiende las informaciones como «ataques que tienen el único objetivo de que el mensaje y el trabajo de Ciudadanos no llegue a las instituciones y a la sociedad».

Las perlas machistas de su Twitter, borradas por Maraña al conocerse la polémica, han empujado a la dirección nacional a tomar una decisión reivindicada desde hace meses por el activo sector crítico de C’s en León. Las informaciones más sonadas comenzaron con la falsificación de su propio currículum, en el que el ex coordinador apuntó en sus méritos académicos una licenciatura en Administración y Dirección de Empresas que no tenía. En realidad, le faltaban 17 asignaturas. Este desliz le costó su candidatura al Congreso por León, impulsado por la dirección nacional, que a cambio le permitió seguir como coordinador local a pesar de que el código ético de la formación establece que este tipo de conductas se sanciona con la renuncia a todo cargo.

A pesar del resultado en las elecciones generales, con un diputado que recayó en su leal Enrique Bueno, Maraña acrecentó el cisma interno. Con el partido en León a la deriva, se autoproclamó coordinador territorial en una asamblea por Whatsapp, amparado en una reunión anterior en un bar en Ponferrada. Una elección que desmintieron dos de los cinco coordinadores locales con voto —Juan Llamazares por Sariegos y Pedro Villanueva por Bierzo Laciana—, quienes promovieron junto al procurador Manuel Mitadiel un escrito en el que denunciaban la «falta de transparencia, participación y democracia interna», a la vez que reclamaban su dimisión. No lo hizo, ni siquiera ante la lluvia de críticas que le cayó en la asamblea convocada para intentar salir al paso, que remató con el reto a los críticos a que le presentaran una moción de censura.

Pese a la suma de polémicas, Maraña se enrocó ayer en los «ataques» hacia su «persona y dignidad con falsedades y medias verdades», condenó las «calificaciones vertidas» hacia él y quiso «dejar claro» su «absoluta integridad y respeto». Para adornarlo, recordó los logros de C’s en los últimos comicios y anunció que continuará su trabajo de «apoyo y lucha como primer día por este proyecto».

Una rúbrica que dejó a primera hora de la tarde con una carta remitida a los medios y a los afiliados. Apenas minutos después de que la dirección autonómica hubiera anunciado que aceptaba su renuncia. Justo el día en el que la dirección nacional había fijado para contestar a su última polémica.