Un acta notarial pone en duda los recorridos y tiempos de la huida
El letrado defensor de madre e hija propuso la admisión de una prueba documental al cierre de la sesión de ayer, por la que solicitó la inclusión de un acta notarial que recoge que los recorridos de Montserrat y Triana en los instantes posteriores al crimen, no fueron los que se explican en la versión oficial y que por tanto, los tiempos no cuadran con los que se ha relatado en la versión de las acusaciones ni sostienen las tesis de la descripción correlativa de los hechos en los términos en los que se conoce actualmente.
El abogado contrató los servicios de un notario que dio fe de que las distancias no concuerdan con la versión oficial y de que los tiempos utilizados para recorrer el trecho tampoco fueron los que se ha dado a entender.
Según el magistrado presidente «y aún reconociendo que pudiera pensarse que tiene un carácter sorpresivo, esta presidencia quiere evitar posibles indefensiones y acepta el acta sin perjuicio de la valoración que quepa hacer por parte del jurado»
El Ministerio Fiscal se opuso a la inclusión del documento, y protestó por las formas: «Se trata de una nueva prueba sorpresiva para tratar de meter con calzador determinadas cuestiones que se podían haber propuesto antes. La utilidad de la prueba es nula porque se mide con un iPhone los recorridos que ellas dicen que hicieron según sus tesis y a una velocidad muy elevada. Yo calculo que estamos hablando de alrededor de ocho kilómetros por hora, que andando es mucho».
Términos similares siguieron las dos acusaciones particulares: «El notario que ha realizado la prueba mide más de 1,80 de estatura, tiene las piernas bastante más largas que Montserrat y Triana que no llegan a 1,60 (la hija puso cara de estupor ante la aseveración) y practicamente es un atleta, con lo que los recorridos los habrá hecho en un tiempo muy inferior. Los tiempos están calculados a voluntad de la parte que lo propone».
Ricardo Gavilanes, letrado de la acusación popular, también mostró su oposición: «Es una petición extemporánea y ha tenido tres ocasiones previamente para hacerlo. Aceptar esta prueba vulneraría el principio de contradicción».
El abogado de Raquel Gago no se opuso: «Como ha venido siendo filosofía habitual de esta parte, no nos oponemos a una aportación que pueda servir para esclarecer la verdad».