Diario de León

el drama de la vivienda

Los constructores llaman a evitar el efecto okupa en los 250 pisos vacíos de La Lastra

La provincia suma, principalmente en la capital y su alfoz, más de 4.000 viviendas. sin habitar, el 25% de ellas terminadas desde 2008 en plena época de la crisis del labrillo.

Entrada al barrio de La Lastra desde el puente que salva el río Torío; la zona sólo suma algo más de un millar de viviendas de las 4.650 previstas en el desarrollo global diseñado. RAMIRO

Entrada al barrio de La Lastra desde el puente que salva el río Torío; la zona sólo suma algo más de un millar de viviendas de las 4.650 previstas en el desarrollo global diseñado. RAMIRO

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

a. g. Puente | león

Un barrio prácticamente fantasma, llamado a convertirse en el desarrollo urbanístico más extenso de la ciudad en su prácticamente millón de metros cuadrados, y devorado por la crisis. La aparición del fenómeno okupa en el único edificio totalmente vacío de los construidos en la zona ha alertado a los vecinos y los pocos hosteleros. El atrincheramiento de la veintena de extranjeros que han logrado asentarse, desde hace ya más de un mes, en seis de las diez viviendas sin estrenar del número 8 de la calle Juan Pablo II y la imposibilidad de desalojo sin un mandato judicial alarma a los residentes del barrio que temen un efecto llamada sobre el resto de pisos vacíos de la zona.

La Federación de Edificación y Obra Pública de la Fele estima que en La Lastra se han construido algo más de 1.100 viviendas de las 4.650 programadas para este barrio, todas ellas de promoción libre. Su responsable y también presidente de la Cámara de Comercio de León, Javier Vega, asegura que cerca del 80% están habitadas, lo que supone que prácticamente 250 pisos se encuentran vacíos y a merced de los okupas.

«Allí ya no quedan más edificios vacíos, pero el riesgo existe piso a piso y debe evitarse», comenta. Vega lamenta que «en España da la sensación de que el okupa tiene más derechos que el propietario». Y llama la atención sobre la confusión interesada entre posesión y propiedad. «Esto nos perjudica bastante, cuando alguien entra como entra, (en referencia a los okupas) se hace fuerte y parece que tiene la posesión; así que hay que intentar cambiar la ley».

En el cambio normativo que reclaman promotores y constructores «el protegido tiene que ser el propietario, no tiene ningún sentido que siga como ahora; la justicia va a actuar más pronto que tarde». Vega cuenta, además, que en grandes capitales como Madrid con frecuencia en el fenómeno okupa se ven involucrados jóvenes procedentes de familias con recursos suficientes y se embarcan en la invasión de inmuebles como una aventura. «Esto no es un juego», advierte.

Fue en la primavera de 2008 cuando los primeros vecinos llegaron a La Lastra, desde entonces se estima que se han mudado allí alrededor de 2.000 personas, de las 15.000 previstas en el desarrollo urbanístico completo diseñado sobre los planos.

La crisis paralizó por completo la construcción de gran parte de los edificios previstos. De hecho, una veintena de promotoras presentaron en su día en el Ayuntamiento la solicitud de desestimación de licencia. De manera que tres cuartas partes de los edificios que habían pedido licencia y ya la tenían renunciaron a iniciar la construcción.

Javier Vega está convencido de que con el despertar del sector del ladrillo La Lastra concluirá su desarrollo, aunque reconoce que no se levantarán de golpe ni a corto plazo todas las viviendas que restan hasta completar su cupo, «sino que se harán promociones de 200 viviendas cada cierto periodo». El desarrollo de La Lastra conlleva también equipamientos (colegio, centro de salud, polideportivo, residencia de ancianos...) que siguen aún a la espera.

Los últimos datos cifran el número de viviendas vacías en toda la provincia en más de 4.000, principalmente en León y su alfoz y Ponferrada, el 25% de ellas fueron construidas desde 2008 en plena crisis del ladrillo, que paralizó en seco las ventas y provocó una caída en picado de todo el sector que ha tardado prácticamente diez años en recuperarse.

tracking