El impulso de la nueva normativa duplica los operadores de drones en el último año

A. Calvo | León

En 2014, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) elaboró el primer marco regulador para la actividad de los drones o vehículos aéreos no tripulados. Una normativa, de carácter temporal, que limitaba mucho el uso de estos aparatos que gracias a los avances tecnológicos han ido evolucionando, tanto a nivel civil como militar. El Boletín Oficial del Estado publicó el último día hábil de 2017 el Real Decreto por el que se regula la autorización civil de las aeronaves pilotadas por control remoto que incluye nuevos escenarios de vuelo como el urbano o el nocturno. Un sector emergente que en León cuenta con gran empuje, tanto a nivel militar —con dos unidades del Ejército en el Ferral vinculadas a los RPAs— y a nivel civil, con Auvsi y Drotium, que están impulsando lo que han denominado la Nueva Era del Transporte, ligada a los vehículos autónomos, aunque estrechamente relacionados con los drones.

En la provincia de León, los primeros operadores que consiguieron la licencia para emplear los drones como un medio de trabajo llegaron en el 2015. Hasta finales de 2016, una veintena habían apostado por conseguir la habilitación de Aesa, pero en el último año, pendientes de la ya avanzada modificación de la norma, que regularía de forma más abierta el empleo de los vehículos aéreos pilotados remotamente, esta cifra casi se ha duplicado y ya son 36 los leoneses que cuentan con los permisos, repartidos por toda la provincia, concentrándose en León y Ponferrada, aunque también hay operadores en las zonas del alfoz de la capital leonesa y en algunas de los principales localidades de la provincia.

La normativa transitoria ha estado vigente los últimos tres años, como indican en la web de Aesa, en donde se especifica que la nueva regulación abre nuevos escenarios operativos, establece las condiciones que deben cumplir las organizaciones de diseño, fabricación y mantenimiento de este tipo de aeronaves, así como los requisitos de formación para su pilotaje», a lo que añaden «medidas relativas al uso recreativo, esto es, no profesional, estableciendo una serie de limitaciones destinadas a garantizar la seguridad del espacio aéreo y la seguridad de los ciudadanos».

Una de las principales novedades es que ahora los pilotos por control remoto podrán «realizar operaciones aéreas especializadas sobre aglomeraciones de edificios en ciudades, pueblos o lugares habitados o reuniones de personas al aire libre», cuando con la normativa transitoria esto estaba completamente prohibido y sus acciones se limitaban a zonas rurales, acotando las acciones de los operadores a fotografía, filmaciones, levantamientos aéreos (topográficos o fotogrametría). Ahora, las opciones se multiplican, aunque Aesa siempre deberá dar el visto bueno a cada una de las operaciones previstas con el correspondiente estudio de seguridad operacional.

A nivel nacional, hay cerca de tres mil empresas en el sector de los drones y cerca de 3.700 operadores con licencia y 4.283 aparatos según los últimos datos del Ministerio de Fomento, de quien depende Aesa. Además, en España hay 74 escuelas de formación y una veintena de fabricantes. Según el listado que va actualizando Aesa, tanto de operadores como de escuelas autorizadas para impartir los cursos de pilotaje de drones, en la provincia hay junto con los 36 pilotos, dos escuelas ATO, Leonavia y la escuela de pilotos Flybai —que imparte clases en la Universidad de León—, aunque en enero de 2016 había tres centros.