El Bicho solicita al Tribunal Supremo repetir la vista del crimen del Húmedo

dl | león

La representación letrada de José Ignacio Tellechea, condenado a 17 años de prisión por la Audiencia Provincial de León tras ser considerado por un jurado popular culpable de la muerte violenta de un joven en la puerta de un pub del Barrio Húmedo, solicitará al Tribunal Supremo que se repita el juicio celebrado en primavera del año pasado, cuya sentencia acaba de ser ratificada recientemente por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

Manuel Alonso, el nuevo abogado defensor del condenado, entiende que no está suficientemente acreditado que su cliente fuera el autor de la puñalada mortal que acabó con la vida de la víctima la noche del 28 de octubre de 2012, tras una discusión. Básicamente, el letrado madrileño entiende que la carga probatoria se basa en el testimonio de un testigo protegido cuya declaración no es legal porque no se facilitó su identidad a las partes, recuerda que el jurado popular que juzgó la causa dejó sin contestar una pregunta importante y considera que hay que repetir la vista oral porque no se respetaron las garantías procesales vigentes.

Por la parte contraria, la acusación particular, que encarna la defensa de los intereses de los padres y las hermanas del fallecido, sopesa estos días solicitar el ingreso en prisión inmediato del principal condenado (hubo un segundo penado por encubrimiento) por entender que existe riesgo de fuga, a la vista de la cuantía de la pena de prisión a la que ha de hacer frente. Por el momento no se ha adoptado la decisión definitiva.

La sentencia sostiene que sobre las 2.55 horas de aquella noche (una vez ya cambiada la hora y ya en horario de invierno) la víctima, que se encontraba en el Barrio Húmedo y que había salido de fiesta con dos amigos, inició una discusión en el interior de un pub de la calle La Paloma con un primo del condenado, siendo sacados ambos a la calle por el portero del establecimiento, continuando en el exterior entre ellos dicha discusión.

Instantes después de esta discusión, apareció en dicho lugar, el principal condenado, que fue directamente hacia la víctima y sin más, le propinó un primer golpe en la cara-cabeza y a continuación, haciendo uso de un arma blanca que llevaba en su mano derecha, le apuñaló a la altura del hemiabdomen actuando de manera inesperada procurando así que no existiera riesgo para su persona y eliminar así toda posibilidad de que se defendiera, actuando con plena consciencia y voluntad de lo que hacía.

La agresión fue presenciada por una persona que se encontraba en la calle de la Paloma, cuya identidad corresponde al testigo protegido 2, que, posteriormente reconoció fotográficamente al acusado, sin ninguna duda, en una composición fotográfica que le exhibió la policía ese mismo día, y posteriormente, le reconoció en una rueda de reconocimiento practicada en el Juzgado de Instrucción nº 4 de

León. Un segundo procesado, Sergio Manso, tras tener conocimiento de que el principal condenado había sido el autor de la puñalada, le ayudó a eludir la investigación policial y a sustraerse de su busca y captura, para lo cual, ese mismo día le trasladó en su vehículo, primero desde León a Galicia, donde permanecieron ocultos y luego le llevó con su familia a Bilbao, para finalmente, cuando fue avisado, les recogió posteriormente en una gasolinera de Sahagún el 4 de noviembre de aquel año y le llevó a un paradero que no fue descubierto por la policía hasta que voluntariamente se entregó. Durante el tiempo que estuvo oculto en Bilbao, siguió en contacto y colaborando con él, informándole de cómo estaba la situación en León en relación a dicho apuñalamiento, por SMS al móvil de su hermana.