La reforma del nudo del Portillo obliga a desviar el tráfico durante 9 meses

Ya está en marcha la obra de reforma en el nudo de comunicaciones de las carreteras que confluyen en el Portillo. Cuando se ejecute, nada volverá a ser igual en la entrada sureste de la capital leonesa; igual que hasta ahora, con apreturas en ramales de función provisional, de ramales que distinguen el sentido de la circulación mediante bolardos de plástico. El Ministerio de Fomento promueve la intervención aparejada a los enlaces propios de la A-60 con la LE-30 y la N-601, y que va a obligar a desvíos de la circulación para facilitar el avance de las obras. La ejecución de toda la reforma de la infraestructura viaria se prevé desarrollar en un plazo de nueve meses. Pero va a tener repercusiones inmediatas en la circulación que fluye a diario por la zona, una de las puertas con más tránsito en las entradas y salidas de tráfico de la capital leonesa. La actividad de las máquinas se va a dirigir en los próximos días a desarrollar dos nuevos viales de sentido de carácter bidireccional y una glorieta provisional que van a dar soporte al desvío del tráfico hacia una rotonda interina, que se va a ubicar al inicio d ella ronda sur y servirá para conectar de forma temporal toda la maraña que confluye en este intercambiador mediante dos canales de doble dirección. En este objetivo se afanan ahora los operarios que trabajan sobre el área, para crear la alternativa accidental que puede estar lista en mayo para absorber el tráfico y así dejar despejada toda la sección sobre la que se va a aplicar la trasformación en los accesos.

El scalextric resultante y vinculado al empalme de la A-60 a al cinturón de las carreteras que circunvalan la ciudad de León se va a desplegar sobre dos glorietas, con sus viales paralelos de incorporación y salida que darán servicio a las conexiones de la carretera Nacional 601 con el ramal de enlace a Puente Castro, además de otra circular que resuelve el entronque entre la ronda sur y la autovía A-60.

El plan de reforma ocasiona una reordenación del tráfico en este área, además de un nuevo dibujo de las estructuras viarias. En la intervención se planeta una remodelación integral del firme y el soporte de los primeros metros de la Ronda Sur, tal y como está concebida desde su puesta en servicio; la remodelación contempla más de doscientos metros de nuevo trazado sobre este extremo de la LE-30; también se reconvertirá de forma plena la faz que presenta el desdoblamiento de la N-601, durante el tramo comprendido entre los puntos kilométricos 322 y 324 (en la rasante del Portillo que avanza sobre el actual paso elevado para dar conexión a la ronda y el ramal de salida a Puente Castro).

Así se perfila el reto de la transformación de la arteria por la que fluye un tercio del tráfico que accede a León por su flanco sureste.