Diario de León

¿VUELVE A 'CABALGAR' EL CABALLO?

La Policía investiga diez ‘narcopisos’ donde se vuelve a vender heroína en León

Tras desarticular dos focos en un mes e incautar 5,5 kilos de ‘jaco’ en cinco años resucita el temor a un repunte del consumo de esta droga.

Imagen cedida por la policía en la que un cliente compra una papelina de heroína en pleno centro. DL

Imagen cedida por la policía en la que un cliente compra una papelina de heroína en pleno centro. DL

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Pilar Infiesta

Dos narcopisos desarticulados en León en el último mes, con tres detenidos por venta de heroína, avalan la sensación que se tiene en la calle de que el ‘caballo’ vuelve a cabalgar. Ya no se inyecta, se fuma o se inhala, y los jóvenes han perdido el miedo que inspiró el ‘jaco’ a la generación de los años 80. El repunte de esta droga, la más letal, la que más engancha, es sólo una sensación, porque las cifras del Plan Nacional de Drogas y de las autoridades sanitarias aún no reflejan ese aumento del consumo con estadísticas concluyentes.

No obstante, el temor a que esta sustancia vuelva a desbocarse también hay que buscarlo en el aumento de heroína en el mercado. Concluida la guerra de Afganistán, la producción de opiáceos se ha elevado de forma desmedida hasta alcanzar el récord de 9.000 toneladas en 2017. España es país de destino y a León llega por carretera.

Junto con la droga suelen incautarse básculas y otras sustancias. DL.

Los hilos del negocio en la provincia los mueven cuatro conocidas familias de etnia gitana, según confirma el Grupo de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía. Esta unidad, relanzada en 2011 con cinco agentes, es responsable de la mayor operación contra el tráfico de heroína en la historia de León, que se produjo hace cinco años. En la denominada Operación Zarza se detuvieron a ocho personas, todo un clan que residía en Villaobispo de las Regueras, con el patriarca, su mujer, tres hijos y sus parejas. Se incautaron cuatro kilos enterrados al lado del río, en un escondite en Santa Olaja de la Ribera.

Desarticular a esta banda no fue casualidad. El operativo de vigilancia se prolongó durante seis meses, con policías situados estratégicamente en los parajes de Valdesogo de Arriba y Abajo, donde la organización solía verse con los compradores. «Eran extremadamente cuidadosos, contactaban en el monte con los clientes, huían en todoterreno», indican. En sus detenciones participaron 50 agentes, en un despliegue sin precedentes, con apoyo de una unidad de Valladolid. «Recuerdo que les habíamos investigado a través de la Agencia Tributaria y de Vigilancia Aduanera, ya que disponían de un patrimonio valorado en 700.000 euros en locales, viviendas y solares sin haber trabajado en la vida, ni hecho la declaración de la renta», señalan.

También precisan que las familias que mueven la heroína en León contactan con los suministradores en las ferias ambulantes del país. Lo hacen con turcos y sobre todo, con búlgaros, que traen desde Irán la droga. Calculan que funcionan una decena de narcopisos en los que se vende heroína, situados en «Mariano Andrés, el barrio de La Asunción, El Crucero, El Ejido y el Casco Viejo», donde acuden desde drogodependientes a turistas, pasando por ejecutivos de traje.

El Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional aprecia que «hay indicios de que puede haber subido el consumo de heroína, pero pruebas palpables no». Opinan que ‘el caballo’ regresa, «si es que alguna vez se ha ido», porque para los traficantes «es ahora un negocio muy rentable, ya que obtienen muchos beneficios y el proceso de transformación para su consumo es más sencillo que el de la cocaína». También apuntan que «fruto de intervenciones policiales se ha podido probar que clanes históricamente dedicados al tráfico de cocaína se dedican ahora también al de heroína». Sin llegar a las cifras de los 330 kilos interceptados el pasado mes de noviembre en el puerto de Barcelona, en León los agentes nacionales han aprehendido en el último lustro, en una decena de operativos, casi 5,4 kilos de esta droga, que ha llegado incluso en forma de plátano dentro del organismo de una de los 25 detenidos. A ello se suman los 156 gramos valorados en 9.400 euros que localizó el equipo de delincuencia organizada y antidroga (Edoa) de la Guardia Civil, integrada en una unidad de 40 miembros de Policía Judicial.

Los agentes creen que el consumo «persiste». Lo que ha cambiado radicalmente respecto a los años 80 y 90 es el perfil de los adictos. Entonces se consumía inyectada y muchas veces compartiendo la jeringuilla, lo que provocó una gran mortandad debido al contagio del virus VIH y la hepatitis. Ahora se fuma. El efecto llega inmediatamente al cerebro. «Ya no se trata sólo de aquel yonqui típico, cadavérico, sin dientes, tirado en un portal junto a los restos de la última dosis que no supo, hasta que ya era irremediable, qué efectos devastadores tendría. Esa droga se llevó por delante a una generación», afirma el comandante jefe de Operaciones, Policía Judicial e Información, que vivió aquella época.

El nuevo consumidor «es una persona de más edad, con trabajo y que hasta cierto punto sabe lo que está tomando. La situación es preocupante, pero no alarmante», afirma. Al hecho de que la alerta social sea menor contribuye que aquellos delitos relacionados habitualmente con el consumo de heroína, como asaltos a punta de navaja, hurtos en el interior de vehículos y atracos a farmacias, no han aumentado.

Policía Nacional y Guardia Civil coinciden, no obstante, en que «se salta con más naturalidad del cannabis y otras sustancias a la heroína», que se mantiene como la principal causa de muerte por sobredosis en España. En León, este año han fallecido por ‘chutes’ tres personas, según los datos de Proyecto Hombre, cuando en los ochenta había al menos un muerto cada semana, «y lo recuerdo bien, porque se mandaba una corona y se acompañaba a la familia», rememora el responsable de la organización, Jorge Juan Peña. Reconoce que, quizás, sí hay más heroinómanos que en los últimos años, pero nada comparado con las décadas oscuras en que perecieron un millar. Proyecto Hombre trató desde 2003 a 2017 a casi 300 enganchados a esta sustancia, el triple por cocaína (1.169). El año pasado ingresaron 19 afectados por la ‘Brown Sugar’ frente a 87 cocainómanos.

«Las sobredosis ya no salen en las noticias. Son muertes que no se reflejan, porque no generan escándalo social como antaño, pero se producen. El 90% de nuestros primeros usuarios hace 30 años llegaron a ser yonquis. Ahora nuestra mayor relación es con Salud Mental, porque la mayoría de patologías son psiquiátricas derivadas de los consumos de varias drogas», matiza.

Así que la heroína se ha convertido en un enigma. La policía admite que cada vez llegan alijos más grandes, pero los datos oficiales descartan mayor consumo. La Encuesta sobre Alcohol y Drogas, elaborada por el Ministerio de Sanidad, señala que la heroína se mantiene estable: entre un 0,8% y un 0,6% de la población viene reconociendo en las dos últimas décadas que la consumió alguna vez. Los expertos creen que el fantasma del regreso del ‘jaco’ aparece de forma cíclica, por el miedo atávico que la sociedad tiene a una droga de tan dramático recuerdo. «La heroína es la droga por excelencia, la que representa todos los males», valora Carmen Mallo, del Plan Municipal de Drogas, quien opina que se debe combatir desde las aulas, con información a los adolescentes y prevención.

tracking