Diario de León

INFRAESTRUCTURAS

León lidera el coste del peaje por kilómetro en las autopistas europeas

La última subida de tasas encumbra a la AP-66 y a la AP-71 como las más caras del continente

Un usuario recoge un ticket en un peaje de León. JESÚS F. SALVADORES

Un usuario recoge un ticket en un peaje de León. JESÚS F. SALVADORES

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L. URDIALES | LEÓN
León

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El obstáculo de León con los peajes de las autopistas va más allá de pagar; es problema se agranda con lo que se paga. Porque no hay en Europa rutas con tasas en las que resulte más caro circular que las leonesas; en ninguna otra, el tránsito por kilómetro supera lo que se debe abonar por pasar bajo la barrera de las cabinas de La Magdalena, en el vial del Luna; el tránsito por la autopista asturleonesa se compensa con una tarifa para turismos de 13,15 euros, que prorrateados entre los 77,7 kilómetros del intervalo en el que se aplica el canon, elevan el paso entre León y Asturias por una estructura de alta capacidad en el paradigma de lo que significa pagar por circular en el continente europeo. Cada mil metros superados entre La Virgen del Camino y Campomanes le cuesta al usuario 0,1692 euros.

Por si no bastara con este escarnio que afecta de forma severa a la movilidad de los conductores leoneses en el tránsito hacia el norte, León cuenta con otro ejemplo de liderazgo en el ránking de coste por kilómetro, la fórmula más adecuada para evaluar la carestía de las autopistas de peaje: la León-Astorga se encarama al tercer puesto en este tramo de clasificación a nivel europeo, por ese coste medio por kilómetro de 0,1343 euros, que aplicados a la cuenta de los 37,6 kilómetros de extensión de la vía dan con los 5,05 euros por trazado que debe de pagar un usuario que elija la alternativa de la tasa frente a la presión del tráfico de la N-120.

Con el peaje de la AP-1, en el corredor de Madrid a Irún, en vísperas de liquidación, hace falta desplazarse hasta Noruega para encontrar una ruta de las de pago que haga sombra al nivel impositivo que se produce en las autopistas leonesas; se trata de autopista de peaje que enlaza Oslo con Trondhein, de 108 kilómetros de longitud, que reparte un coste por kilómetro de 0,1407 euros; este ejemplo noruego encaja en el segundo cajón del podium entre la referencia sin rival de la asturleonesa y la AP-71, esencial para el desarrollo de la provincia leonesa.

Otra de los viales de pago con coste más elevado por kilómetro se topa con el camino de los leoneses en las comunicaciones por vías de alta capacidad con la capital de España; el peaje de la AP-6 al límite de la sierra del Guadarrama figura en el rango más alto de este índice.

Para aproximarse a la estela que deja el rebufo gravoso de la circulación por las autopistas leonesas hay que buscar en el coste por kilómetro del peaje de la Coruña-Vigo, que se establece en 0,1020 euros.

El tope insufrible de las autopistas leonesas se distancia de las referencias que llegan de los términos medios en los que se mueven la mayor parte de las vías de pago continentales; más largas, menos agresivas; entre los 200 kilómetros que separan Praga y Brno el desplazamiento cuesta 0,07 euros, menos aún que los 0,08 de Copenhague a Aalborg, en Dinamarca; se antojan más asequibles los pagos medios que se han implantado en la arteria francesa que une París y Lyon, por 0,07 euros por mil metros recorridos; tasa casi idéntica de la Lisboa-Porto.

Este mapa tributario de autopistas no hace más que acentuar la sensación de agravio que sufre el territorio leonés en materia de comunicaciones e infraestructuras; el noroeste, por extensión. La gestión de los peajes, especialmente el que afecta al tránsito entre León y Asturias, ha vuelto a ser motivo de gresca política en los últimos días; esta vez, tras aclarar el gobierno socialista su negativa a abordar el rescate del pago antes de que acabe el periodo de concesión por considerarlo una maniobra «inviable para la salud de las arcas públicas. El cambio de criterio en el partido del Gobierno después de varios meses de actividad parlamentaria y administrativa dedicada a abrir un adelanto de treinta años al final previsto para la concesión deja como alternativas otras fórmulas para atenuar la presión sobre los usuarios; desde el Ministerio de Fomento no se descarta abrir vías de cofinanciación con las autonomías para rebajar las tasas.

El pronóstico más certero para el futuro de este tipo de vías es que la provincia de León va a mantener durante los próximos treinta años ochenta kilómetros en recorridos por autopistas de peaje; lo que va a convertir a este territorio en líder del ránking de la afrenta en materia de oportunidades del desarrollo social económico; que en el caso de León se topa de frente con las barreras del pagar por moverse.

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