Diario de León

Motor

Esculpir coches en arcilla

Durante dos meses, cuatro modelistas trabajaron conjuntamente, usando 5.000 kilos de arcilla (‘clay’) para «esculpir» el Seat Tarraco. Un trabajo artesanal que convive con las nuevas tecnologías, convirtiéndose en pieza clave para el diseño de un vehículo.

Publicado por
javier fernández
León

Creado:

Actualizado:

Trabajo… artesanal. Auténticos artistas en la industria del automóvil, que utilizan sus manos como herramienta, y cuya profesión resulta poco conocida.

Gracias a ellos, los esbozos de los diseñadores ‘cobran vida’ a escala real… en una «escultura» de arcilla.

Paralelamente a los avances de realidad virtual o a las gafas 4K, el modelo fabricado en arcilla —‘clay’— continúa siendo clave en el proceso de diseño: «Es el primer paso —afirma Carlos Arcos, responsable de modelado exterior— para ver las dimensiones reales del coche. Puedes verlo, tocarlo…» Un oficio creativo en el que la cabeza debe «aprender» a trasladar a realidad lo que se ve en 2D, controlando las sombras, la correlación entre las líneas y las superficies.

Para ‘amasar’ un coche-un nuevo coche—, hay que empezar por ablandar el ‘clay’, calentándolo a 60º grados e, inicialmente, utilizando una fresadora para crear el volumen inicial y, posteriormente, empleando las manos, espátulas o rascadores para dar forma a este primer coche «físico»: «Hay que mirar el coche desde diferentes perspectivas, igual que un escultor» (sostiene… Arcos).

Imagen de Carlos Arcos durante su trabajo. DL

Para «esculpir» el Tarraco, el equipo capitaneado por Carlos Arcos empleó dos meses de trabajo y 5 toneladas de arcilla ‘clay’, afrontando el reto de controlar los volúmenes y las proporciones de un coche grande… como es el caso.

¿Una obra eterna? Los modelistas la pulen constantemente, aplicando las revisiones de los diseñadores, volviendo a ‘amasar’ la arcilla, hasta acabar consiguiendo un coche que, a simple vista, parece ‘auténtico’: está pintado e incluye elementos como la parrilla frontal, los faros y hasta los retrovisores: «Incluso tiene cristales, aunque nunca podríamos abrir las puertas, por debajo… está mi obra en arcilla» —concluye Carlos Arcos—.

Y del ‘clay’… al asfalto.

Carlos habla de los diferentes modelos de Seat como si fueran «hijos suyos» —lo son… en buena medida—; cuando contempla las líneas exteriores de su obra; cuando, sobre todo, lo ve rodando por la calle…

Detalle con el coche casi finiquitado. DL

tracking