Vox echa a su líder tras ser vinculado al portavoz de la Fundación Franco

A las puertas de las elecciones, Vox consuma en León su segunda crisis en menos de un mes. Después de que se nombrara una gestora, dirigida por Carlos Portomeñe, el fin de semana la dirección nacional decidió destituir a este último para colocar de urgencia a una de las vocales, Elena Merino Urbón. Por el medio, han caído el coordinador en la capital leonesa, Gregorio García Aller, y el secretario provincial, José Carlos Rúa, quien se despidió con una carta de críticas a la formación por abrir «la puerta de par en par para que los extremistas, rancios y rebotados se colaran en el partido».

A pesar de que desde el viernes la dirección nacional ya había comunicado a Elena Merino que pasaba a liderar el partido en León, el detonante de la polémica surgió ayer por la filtración de una conversación entre José Carlos Rúa y Carlos Portomeñe, en la que este último aseguraba que había recibido «la llamada del millón». «Me ha llamado Jaime Alonso, de la Fundación Francisco Franco, que es natural de León. Hemos quedado y me ha dicho que está con nosotros absolutamente y que nos va ayudar, porque como a nosotros, le preocupa lo de la financiación y lo tiene muy claro… Me ha dicho que hay que dar un paso más. Ha quedado muy contento conmigo y ha dicho que va a dar buenos informes a Madrid», relata el hasta ahora presidente de Vox en León, según el auido desvelado por la Cadena Ser, en el que insistía a su interlocutor en que «Jaime Alonso es un tío con línea directa con el partido en Madrid» y que «habla tres veces al día con Abascal».

Alonso defendió ayer que se trata de «un intento de hacer daño a Vox» y a su persona «por parte de gente» a la que ni siquiera conoce». «No he hecho un Vox paralelo, ni he participado en los nombramientos», concedió el portavoz de la Fundación Francisco Franco, quien abundó en que «se trata de etiquetar al partido para causarle un perjuicio».

El abogado leonés, afincado en Madrid pero empadronado en Puebla de Lillo, admitió que ha hecho donaciones al partido, pero «en ningún caso han superado los 50.000 euros», que es el límite que establece la ley. «A quien tengo que decirle cuánto tan sólo es a Hacienda y a mi mujer», ironizó Alonso, quien insistió en que su aportación económica entra dentro de la que hacen «muchos afiliados», aunque admitió que se trata de «algo más de lo que supone la cuota». «En cualquier caso, no soy yo quien consigue que Vox se financie», subrayó.

El portavoz de la Fundación Francisco Franco reconoció que su «idea» pasaba por el hecho de que, «al ser leonés, podía apoyar a Vox en León», dado que conoce «a mucha gente que podía ser muy válida». «Mi intención era convencer a que más gente colaborara con donaciones, siempre por debajo de los 50.000 euros por supuesto, y a ayudar a que se pudiera elegir a gente relevante que pudiera aportar cosas». La parte económica no se consumó, pero la de asesoramiento sí, como admite Alonso, quien reseña que habló con López-Arenas para ofrecerle la posibilidad de la candidatura porque era «un hombre relevante».