Diario de León

hotel palacete colonial

El lujo, nuevo huésped del palacete de Ordoño

El edificio se abre mañana al público reconvertido en un Bed&Breakfast exclusivo de 12 habitaciones singulares, piscina, gimnasio y obras de arte.

Cada alojamiento es singular, con camas y cabeceros amplios y un colorido diferente. RAMIRO

Cada alojamiento es singular, con camas y cabeceros amplios y un colorido diferente. RAMIRO

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p. infiesta | león
León

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Camas enormes, de dos metros de anchura; sábanas de 300 hilos, albornoces de terciopelo y muebles de diseño. Con esos alicientes, el antiguo palacete construido en 1929 en Ordoño II para los burgueses José Vázquez y Matilde Rodríguez Guisasola, se abre mañana al público como hotel de Bed&Breakfast de lujo.

En su millar de metros cuadrados construidos se han preparado doce habitaciones que incluyen como atractivo de calidad televisores Loewe, secadores Dyson y cafeteras Nespresso. Las paredes son blancas como lienzos, ya que los toques de color se aportan con las cortinas, las lámparas, los pieceros y las mesitas. Cada alojamiento es singular y se extiende desde los 23 metros cuadrados de la habitación más pequeñas a los 64. Todo pensado para un usuario sibarita y exclusivo, según señala el responsable de su gestión, Pedro Llamas.

Se mire por donde se mire está de lujo. Y los responsables o lo que es lo mismo los diseñadores del interior han sido Alfredo Mondéjar y Carmen Huerta, del estudio de León E4.

Una de las habitaciones más espectaculares incluye una terraza de treinta metros. RAMIRO

De hecho, el nuevo Palacete Colonial, como se ha bautizado al hotel, dispone de una piscina de 10x3 metros, de un gimnasio con cinta, bicicleta, pesas y máquina elíptica, y un patio al que se accede desde el comedor de la primera planta. Una planta a la que se llega a través de la escalera con pasamanos de hierro original, con peldaños de piedra que se han alfombrado.

El palacete unifamiliar, que exhibió todo su auge durante la primera parte del siglo XX, resucita ahora su esplendor como hotel con encanto en el número 24 de la céntrica vía como nueva apuesta turística del sector privado, orientados a un perfil de cliente de alto standing.

En la primera planta se han preparado tres habitaciones y el comedor de desayunos; en la segunda, cuatro habitaciones y en la tercera planta, cinco. Destaca una suite abuhardillada, que respeta el techo original, y posee una terraza de treinta metros, con sus columnas en piedra colocadas hace 90 años.

La casa, incluida en el catálogo de bienes protegidos con un grado de protección 2, fue adquirida en 2001 por el mayor de los hermanos del grupo Café Quijano, Manuel, quien después de hacer una gran reforma la puso en venta en 2008 antes de pasar a manos de la entidad financiera España Duero y ser adquirida por la empresa Mayton el año pasado.

El nuevo hotel ofrece una piscina y un gimnasio exclusivo para los clientes. RAMIRO.

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