El Ayuntamiento valla la plaza del Grano para evitar la 'invasión' de los fieles de la procesión del Entierro de Genarín

El Ayuntamiento de León ha vallado la plaza del Grano para intentar poner freno a la 'invasión' de los miles de 'fieles' que desde hace años reúne la procesión pagana del Entierro de Genarín, que como manda la tradición volverá a salir este año  en la noche del Jueves Santo. Lo hará sin embargo de desde la Plaza del Conde Luna, prolongando su 'destierro' de la Plaza del Grano por tercer año consecutivo.

Un destierro obligado primero por las obras de remodelación de una de las plazas más emblemáticas de León. Sin embargo, este año es la primera ocasión en que el Ayuntamiento valla la Plaza del Grano tras concluir las obras de remodelación.

La Semana Santa leonesa destaca por su sentimiento, religiosidad, la majestuosidad de sus pasos y los miles de papones que participan en el medio centenar de actos procesionales, siendo el Jueves Santo uno de los día que concentra el sentir de la Pasión leonesa, pero también el de la procesión pagana del 'Entierro de Genarín'.

Aunque a muchos les pese, el Jueves Santo no se entiende sin la celebración de esta procesión pagana e irrespetuosa que cada noche congrega a decenas de miles de jóvenes y 'fieles devotos' en torno a la figura de Genaro Blanco, elevada a los altares profanos y que se ha convertido en una seña de identidad más de la Semana Santa de León.

Así, este año repetirán el punto de partida de los dos últimos años en la Plaza del Conde Luna continuando por la Calle del Conde Rebolledo, Calle Cascalerías, Plaza de Don Gutierre para enlazar desde allí con su recorrido habitual, incluyendo las tradicionales paradas en la Calle de la Sal, Plaza de la Catedral y Carretera de los Cubos.

El 'Entierro' conmemora la muerte de Genaro Blanco, pellejero, mozo de estoque y muñidor; borracho muy amante del orujo y los burdeles y que según la leyenda, en el Jueves Santo de 1929 dejaba su vida cuando realizaba sus necesidades más perentorias en el tercer cubo de la muralla en las Cercas.

Una muerte entre las ruedas de La Bonifacia, el primer camión de la basura de la ciudad y que en su momento también fue de bomberos.

El desfile, organizado por la Cofradía de Nuestro Padre Genarín, tiene sus inicios en 1930 cuando un grupo de cuatro amigos, denominados posteriormente como los 'evangelistas', se reunió para revivir las vivencias y lugares del atropellado pellejero.

Desde entonces y a pesar de las prohibiciones durante la Dictadura la procesión se ha venido celebrando sumando cada año más adeptos y sacando a los leoneses menos devotos de la religiosidad que envuelve a la Semana de Pasión.

Un 'Entierro' que este año coincide con el 90 aniversario de la muerte de Genaro Blanco, por lo que la Cofradía ha organizado numerosos eventos, entre ellos la exposición sobre la repercusión que la figura de Genarín ha tenido en la vida cultural leonesa y que se puede visitar esta Semana Santa en el Museo de León.