SIN DEUDAS
Inbiotec saldará la deuda de 600.000 euros con la ULE con un plan de pagos
El rector confía en que el importe está abonado antes de los 20 años que el centro tiene de plazo
El Instituto de Biotecnología de León (Inbiotec), uno de los centros más punteros surgido de la Universidad de León por lo que en 2015, cuando tuvo que recurrir a un plan de viabilidad porque no tenía proyectos, la institución académica le hizo un préstamo «para que pudiera salir adelante», como matizó el rector, Juan Francisco García Marín, quien concretó que la deuda actual roza los 600.000 euros.
El último Consejo de Gobierno de la institución académica aprobó una ampliación del plan de pago a 20 años —10.000 euros las primeras cinco anualidades y 36.000 las quince siguientes—, aunque se permite que «en el momento que se produzca superávit, el importe del mismo será destinado a la cancelación del anticipo, que producirá la reducción en el número de anualidades que corresponda y, de no ser suficiente, a la cantidad correspondiente en la última anualidad vigente».
García Marín incidió en que el plan de pagos se trata únicamente «de una cuestión contable», después de que la Junta pusiera esta condición para que Inbiotec pudiera seguir optando a sus proyectos o subvenciones junto con empresas o por ser un centro tecnológico. «El instituto ya tiene asignados dos millones de aquí a cuatro años», precisó el rector, para recordar que el instituto tecnológico tenía el curso 2015/2015 un déficit de más de medio millón de euros, que ha ido reduciendo hasta llegar a 2017 con 100.000 y, el año pasado, «tan sólo con 13.000, esperamos que a partir de ahora comience a tener superávit».
El rector también incidió en que no existe deuda con acreedores y que en su momento, la Universidad de León, al ser el principal patrono del instituto —también tiene una parte la Diputación de León con la que lleva a cabo proyectos de investigación agroalimentaria— hizo frente a los gastos «para que pudiera salir adelante y pagar las nóminas de los trabajadores», confiando en que la Junta de Castilla y León iba a conceder en los años de crisis subvenciones directas a Inbiotec, «que finalmente no llegaron». Juan Francisco García Marín recordó que la iniciativa del plan de pagos la propuso el Consejo Social de la institución académica para resolver así la posibilidad de que el centro tecnológico pudiera seguir optando a los proyectos que concede la Junta y, a su vez, cerrar el préstamo que en su momento le había concedido la Universidad.