La crisis se llevó a uno de cada tres carteros de León

En poco más de diez años la reestructuración del servicio de Correos en la provincia se ha llevado por delante a casi un 30% de la plantilla de un servicio que por definición es público y universal, y que en las zonas rurales más aisladas y envejecidas de una provincia como León desarrolla casi una labor social. En 2007 la plantilla de la empresa pública estaba formada por 823 personas, de las que 410 eran funcionarios y menos de 200 estaban contratados como eventuales por menos de un año. La reducción de este grupo laboral ha sido constante, hasta perder 230 trabajadores con datos de finales del año pasado.

El ejercicio de 2018 cerró con 593 trabajadores, de los que sólo 210 son funcionarios. Otros 235 son laborales fijos (tienen contratos superiores a un año); pero 148, una cuarta parte de la plantilla, son eventuales. 85 de ellos tienen contratos inferiores a un año, y 63 sólo tienen la jornada parcial que supone trabajar por las tardes en el reparto de notificaciones, según explica Fermín García del Río, responsable del Sector Postal de CC OO en León.

De los trabajadores actuales 375 son carteros, algo más del 63% del total; y dentro de esta categoría 195 desarrollan su actividad en las zonas urbanas y 180 en las rurales. De ellos 170 trabajan con su propio vehículo en el reparto de las cartas, paquetes y notificaciones; aunque en la provincia hay aún diez carteros que siguen realizando las rutas a pie. Desde el sindicato señalan que esta actividad es residual actualmente.

A pesar de que el pasado mes de diciembre los sindicatos firmaron con la empresa un acuerdo que consideran «beneficioso para los trabajadores, porque se acoge al acuerdo de la función pública; y contempla que no se supriman más puestos de trabajo», algunos de los servicios de la provincia se enfrentan a procesos de revisión y reestructuración.

UNO MENOS EN LA CABRERA

La actuación más cercana en el tiempo afecta de manera directa al reparto en la zona de La Cabrera. De los cuatro carteros actuales, a partir del próximo día 18 se prescinde de uno en la zona que parte de Castrocontrigo hacia Truchas. «Eso deja muy apretado el servicio, y la obligación de llegar cinco días a la semana a cada punto», destaca García del Río.

Que aboga por la rentabilidad social, más allá de la contabilidad empresarial. «La Cabrera Baja tiene una densidad de 3 habitantes por kilómetro cuadrado, la Alta de poco más de un habitante. Pero estos usuarios tienen una edad avanzada, no utilizan internet, y cuentan con el servicio de Correos para todo tipo de gestiones, desde la llegada de artículos sanitarios a las gestiones administrativas,...». El correo y los carteros son su forma de comunicación con el exterior. Ahora los tres trabajadores que realizan esta ruta tienen cada día por delante un camino que va desde los 92 a los 116 kilómetros, por carreteras difíciles (a veces impracticables) «y con un elevado nivel de accidentes, debido a la enorme presencia de animales salvajes».

Pendiente está también la reestructuración de la Unidad de Reparto del Crucero, en este caso el sindicato espera que en sentido contrario. «El año pasado se suprimieron siete plazas, y ahora se ve que es imposible el reparto diario». Antes de fin de año se revisará también la Unidad de Reparto de La Palomera; y se ajustará el servicio de los 18 carteros rurales del área de León, los que realizan el servicio en las poblaciones que rodean a la capital.

«En los últimos años se ha realizado una importante reestructuración en las principales áreas del servicio, en La Bañeza, Valencia de Don Juan, Villafranca, Astorga,... Se ha tocado toda la provincia, y algunas zonas han quedado en precario, como Riaño, donde es muy difícil dar el servicio diario con recorridos de 150 kilómetros por persona», señala el responsable provincial del Sector Postal. Que recuerda que uno de los principales ajustes en los últimos años se produjo en 2014, cuando se suprimieron las rutas provinciales. Desde entonces el reparto se hace desde Valladolid y se ha desmantelado el Centro de Tratamiento provincial.

Una situación de adelgazamiento de la plantilla con la que tienen que hacer frente además al creciente servicio de paquetería: «Se ha incrementado mucho, y necesita mayor dotación», concluye.