Los futuros maestros, sin un pelo suelto

Nada de pelo suelto. Los opositores a las pruebas para acceder al cuerpo de maestros que se celebrarán este sábado en León deberán acudir con el pelo recogido, aunque la normativa de la Junta lo exprese así: «Todos los aspirantes deberán mantener visibles y despejados los pabellones auditivos». Una exigencia que se impone para evitar tecnologías para copiar, como el pinganillo. Otra de las exigencias planteadas desde la Administración, y que recoge el sindicato Csif en su web, es que los opositores no podrán entrar con ningún tipo de dispositivo electrónico: teléfonos móviles, smartwatch o audífonos y remarcan que «incluso estando apagados», con lo que los deberán dejar fuera del aula. Sobre la mesa, tan sólo dos bolígrafos y, si fuera necesario, una botella de agua «sin etiqueta», es decir, que deberán retirársela antes.

Las oposiciones para acceder al cuerpo de maestros se celebrarán el sábado y los institutos leoneses Padre Isla y Eras de Renueva acogerán las pruebas de Inglés. Para esta especialidad están matriculados 1.559 opositores, de los 2.463 aspirantes que optarán a una de las 1.026 plazas repartidas en siete especialidades. Para la de Lengua Extranjera que se celebra en León se han convocado en esta ocasión 204 plazas. Los candidatos a profesores de Inglés se repartirán en quince tribunales —ocho en Eras y siete en el Padre Isla— y como en el resto de las sedes repartidas por la comunidad autónoma, deberán presentarse en los institutos a las 8.00 horas. Está previsto que media hora más tarde comience el llamamiento y durante esa jornada, hasta las 15.00 horas, tendrán tiempo de llevar a cabo la prueba escrita y la práctica.

Otra de las novedades de este año será que en el momento de la lectura del examen ante el tribunal, por primera vez, el aspirante a maestro tendrá que leer su examen mientras éste es proyectado en una pantalla para que los miembros del tribunal puedan leerlo a la vez que él. Hasta ahora, el opositor leía su examen sin que los examinadores pudieran verlo, con lo que muchos introducían párrafos o detalles que habían olvidado poner el día del examen, aspecto que quiere evitar la Junta con la medida de la proyección.