El rey Alfonso IX no es ajeno a las fiestas de León y amanece con una peluca fucsia

Se pude ser el rey que convocó las primeras cortes de Europa y del mundo y convirtió a León en la cuna del parlamentarismo y se puede también ser un monarca jaranero y amigo de la fiesta. Pues eso le pasó hoy ala estatua de Alfonso IX en Santo Martino que amaneció con una vistosa peluca fucsia cubriendo  su regia cabeza. León está en fiestas, seamos condescendientes con el viejo monarca leonés que no se opuso a que algunos noctámbulos acabasen la noche fiestera con las Nancys Rubias poniéndole un toque de color encima de la corona.

Cuentan, aunque esto tal vez sea leyenda urbana, que Alfonso IX no puso mala cara a ese pequeño toque drag queen. La escultura de piedra y bronce de 800 kilos de peso y seis metros de altura no se estremeció. Estaría bueno que el hacedor de la Cuna del Parlamentarismo fuese alguien intransigente, inflexible o dogmático. Esa historia de derechos y libertades que se escribió en León por orden de un monarca que ahora sienta sus reales en Santo Martino puede y debe hacer un guiño a la fiesta. Y esa peluca fucsia es el mejor guiño para sumarte también a estos días de largas madrugadas.