Una rotonda frente a la presión del cruce tercermundista de la N-120 y Montejos
El Ministerio de Fomento da otro paso para saldar deuda con estructuras modernas en León; el Boletín Oficial del Estado anuncia el proyecto provisional el expediente de información pública del proyecto de “Construcción de glorieta en la intersección de la carretera N-120, (kilómetro 314) y la carretera a Montejos del Camino”, en el término municipal de Valverde de la Virgen, en la provincia de León. Un cruce infernal que sufren a diario miles de conductores, hasta veinte mil, que transitan por alguna de las dos vías afectadas en el entronque: o la provincial preferida por el Órbigo para acercarse a la capital leonesa, o la nacional con más tránsito de todos los viales de la provincia. El presupuesto estimado de licitación asciende a 384.696 euros.
Desde hace tres años, los vehículos que circulan por la carretera N-120 en sentido León, tienen prohibido el giro a la izquierda para dirigirse a Montejos del Camino en la intersección con la carretera LE-440, por lo que deben realizar un recorrido adicional por la propia N-120 hasta el punto kilométrico 313+230 para efectuar primero un cambio de sentido y después un retorno hasta la propia intersección que va a ser objeto de la reforma.
El objetivo que ahora impulsa el Gobierno en funciones del PSOE es el de conseguir regular el tráfico en la intersección entre ambas carreteras, reduciendo tiempos de recorrido y salvaguardando la seguridad viaria. Para ello, el proyecto prevé la construcción de una glorieta circular con una calzada anular de 50 metros de diámetro exterior y dos carriles de 4,50 metros de anchura cada uno.
La construcción de la glorieta proyectada afecta al Camino de Santiago, cuya reposición está contemplada por el proyecto.
La necesidad de la rotonda se presenta incuestionable si se valora la densidad de circulación de la zona, la peligrosidad del cruce para los usuarios y el riesgo que conlleva para la seguridad vial; y más, desde que los responsables de la red de carreteras del Estado decidieron extender una línea continua a lo largo de más de tres kilómetros, entre este tramo de la nacional y su travesía urbana por las localidades de Valverde y San Miguel; desde ese momento, la permeabilidad del vial quedó en manos del azar; y la paciencia de los usuarios al borde de colapsar entre la cantidad de obstáculos que deben superar al día para transitar por el entorno. La rotonda vendrá a aliviar la tensión del tráfico, un suplicio diario en la zona.