Tres respuestas europeas ante la crisis de la transición energética

Mientras León cierre casas y negocios, Europa tendrá la ventanilla de las reclamaciones abierta; también para esta crisis social que sobreviene con otro final apocalíptico de la minería. De las térmicas. Del sistema energético que se contradice con el nuevo concepto de desarrollo sostenible. El último entierro del carbón, envuelto en la idea de transición energética, tiene triple respuesta en la UE, según detalló  ayer Jochen Müller: «El fondos social europeo, que atiende a situaciones de impacto social y de empleo a largo y medio plazo; otro plan, que se reserva para situaciones en las que se prevé perdida de empleo localizadas, que se ha aplicado dos veces en esta autonomía, la última en 2017, también para afrontar la crisis de la minería; reserva ayudas de hasta 5.000 euros por persona afectada, para darle posibilidad de formación; este fondo está dotado ahora con 150 millones de euros anuales y se prevé incrementarlo hasta los 500 millones», relató Müller. Existe otra herramienta financiera, que defiende desde ahora la nueva comisaria de Economía, un fondo específico para la transición energética:  «Hace falta que se incluya en el marco financiero 2021-2027, que está pendiente de definición». Se tendrá en cuenta la cascada de reducciones de emisiones contaminantes en ese calendario que hay por delante, hasta que en 2050, quede reducido a cero. En ese empeño se explicarán próximos cambios sociales y económicos.