Los alumnos de hasta 6 años estarán en aulas burbuja pero Educación no prevé bajar la ratio

La Consejería de Educación lanzó ayer su protocolo de seguridad para el próximo curso, que arrancará el 9 de septiembre marcado por las medidas de seguridad que imprime la pandemia del coronavirus. En los tres cursos de Educación Infantil y el primer curso de Primaria, con niños hasta los 6 años, se constituirán grupos estables de convivencia, las llamadas aulas burbuja, con un máximo de entre 22 y 25 alumnos que no necesitarán usar mascarilla ni guardar las distancias de seguridad. Es decir, se mantiene el mismo número de alumnos por aula, ya que la ratio es la actual, aunque desde Educación concretan que «estos grupos no interactuarán con el resto y no compartirán espacios en la medida de lo posible».

El protocolo contempla indicaciones sobre el uso de los espacios comunes, las entradas y salidas —que serán lo más escalonadas posibles y utilizando todos los accesos del centro—, o los procesos de limpieza y desinfección. El uso de mascarilla será obligatoria a partir de los 7 años cuando no se pueda garantizar la distancia de 1,5 metros en los espacios educativos o en las propias aulas.

Los servicios complementarios, como el transporte y el comedor, funcionarán desde el primer día de clase, adaptados a la nueva situación. Así, el autobús escolar no variará su aforo, pero todos los mayores de 6 años deberán utilizar mascarillas y los vehículos se desinfectarán después de cada viaje. Por su parte, los comedores deberán señalizar zonas diferenciadas, si fuera necesario incluso con elementos físicos de separación, y se organizará a los comensales en distintos turnos para garantizar la distancia de seguridad.

Por otra parte, cada centro nombrará un equipo coordinador y elaborará un Plan de inicio de curso para adaptar todas las medidas recogidas en el protocolo a la realidad de sus instalaciones y su alumnado.

Los docentes elaborarán planes de refuerzo y recuperación para el alumnado que lo precise y las programaciones didácticas del próximo periodo lectivo se elaborarán de tal forma que puedan adaptarse a cualquier eventualidad derivada de la pandemia, incluida la posibilidad de volver a la educación no presencial e incluirán los contenidos no impartidos en el curso anterior. Además, desde la consejería incidirán en los planes de digitalización y, por su parte, los centros deberán tener planes de contingencia ante la posibilidad de regresar a la enseñanza online.

«La previsión es que comiencen las clases con la máxima normalidad, dentro de las limitaciones, pero el curso comenzará, tal y como defendíamos, de manera presencial», indicó la consejera Rocío Lucas.