El final de las calles

Pues bien, no va más, hasta aquí hemos llegado en esta sección entre histórica y nostálgica que ha pretendido recrear la geografía urbana de la ciudad, propósito complementado con la memoria vital de los personajes y acontecimientos que presiden los rótulos callejeros. Han pasado algo más de cuatro años desde aquel martes 12 de mayo de 1998, cuando apareció en las páginas de Diario de León la primera entrega, dedicada entonces a la calle Legión VII. Un excelente punto de partida para este repaso exhaustivo y sentimental al listado de las arterias leonesas. Un tema por cierto, el de los nombres del callejero, que nos ha traído de cabeza en demasiadas ocasiones, bien por la carencia de rótulos o a causa de la escasez de indicaciones sobre el personaje a cuya memoria se dedica la calle. Cambios en denominaciones Por no hablar del eterno asunto de los interesados y en ocasiones absurdos cambios que se producen en las denominaciones de las calles, atendiendo casi siempre a intereses partidistas que nada tienen que ver con los criterios históricos. El tema no es nuevo, como prueba una antigua poesía aparecida en la prensa local el año 1905 y que se titula, cómo no, El nombre de las calles: Y se atreven a cambiar nombres que siempre se honraron y tienen ambiente histórico y recuerdan hechos varios por otro de algún cacique que nunca valió dos cuartos. Pase que si hay un sujeto que merezca ser notado porque haya hecho por su pueblo algún bien en cualquier caso, se perpetúe su nombre y se le haga este regalo. En fin, gracias mil a todos los que han apoyado la elaboración de estas calles, pues con su colaboración activa y entusiasta hemos logrado revivir los retazos del pasado y los entresijos sentimentales de esta querida ciudad nuestra, donde la augusta majestad de la historia ha dejado su eterna huella.