El cuñado del frutero asesinado se enfrenta al casero con un bastón

Tras el brutal asesinato de José Manuel Riojano el pasado viernes en un piso de Bernardo del Carpio, a manos de un compañero de vivienda, la hermana del fallecido y su pareja fueron a hablar con el casero, un hombre de 71 años, para recriminarle los hechos. La conversación se convirtió en una acalorada discusión, que obligó a dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía a intervenir, ya que el cuñado de Riojano poseía un bastón de punta metálica de cincuenta centímetros, según consta en el atestado. El arresto de J.H.P., de 31 años, permitió a los funcionarios resolver una oleada de robos con intimidación de los que se acusa a J.H.P. y en los que supuestamente empleaba un machete. El detenido estaba en busca y captura por ser considerado el responsable de al menos cinco robos con intimidación en los últimos meses. Parece que tanto la hermana como el cuñado de Riojano desconocían que el asesinato ya se había resuelto, tras la confesión y entrega del autor, un varón de 27 años de edad que compartía el piso con el vendedor de fruta desde hacía un mes. La falta de información hizo que se desplazaran a la vivienda de Bernardo del Carpio el pasado día 4, sobre las dos de la tarde, inculpando al casero, el anciano de 71 años que había encontrado el cuerpo sin vida de Riojano en la madrugada del sábado. Los familiares del apuñalado sabían que Riojano compartía el piso con el anciano desde hacía un año, pero desconocían que en la casa también residiera una tercera persona desde hacía un mes. Por eso, según los agentes, culparon al anciano y protagonizaron una acalorada discusión.