Diario de León

San Andrés

Araú continúa sin uso cinco años después de salvarse con 6 M€

El proyecto comenzó a gestarse en 1997 y tras las obras de 2015 sigue cerrado

Los cuatro edificios que componen Araú y su singular auditorio siguen cerrados. RAMIRO

Los cuatro edificios que componen Araú y su singular auditorio siguen cerrados. RAMIRO

León

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El sueño municipal de abrir a la ciudadanía la singular y desfallecida fábrica de embutidos Araú continúa siendo un espejismo. Nada menos que 23 años lleva fraguándose un proyecto que iba a revitalizar Trobajo del Camino como foco cultural y social desde que en 1997 se iniciaron las primeras conversaciones entre el Ayuntamiento y los dueños para recuperar la emblemática chacinería. Y, aunque en diciembre de 2015 la luz de sus 99 ventanas volvió a ser un espectáculo con la remodelación de sus cuatro edificios con seis millones de euros del Ministerio de Fomento, esta joya de San Andrés del Rabanedo lleva perdiendo su brillo de nuevo en los últimos cinco años en que las fechas para su reapertura se han ido dilatando.

UPL, contra su cierre
Los leonesistas piden más implicación al equipo de gobierno para abrir el edificio a la ciudadanía

Los inmuebles quedaron desocupados y sin actividad en 1992, tras haber funcionado durante más de un siglo. Su deterioro se agravó hasta tal punto que fueron declarados parcialmente en ruina y estuvieron a un paso de desaparecer por derribo. Curiosamente, no fueron su singularidad e importancia como ejemplo de la arquitectura industrial de la provincia lo que salvaron a Araú, sino su ubicación en el corazón del Camino de Santiago, ya que el entorno gozaba de protección BIC desde 1962. La factoría, que demostró ser como un junco para resistir los vientos del bum urbanístico, la contaminación acústica y las vibraciones de los miles de vehículos que transitaban a su lado por la avenida de Párroco Pablo Díez, suma la bancarrota de la última empresa que la reformó, los retrasos del ministerio para atender los remates y ahora, una pandemia.

No salió endeble de todas esas batallas. En 2009, un año después de comenzar su rehabilitación, perdió su fachada y torre Oeste por un derrumbe, y la nave macelo fue cercenada para abrir un vial. Los trabajos se paralizaron con la crisis de la construcción y se retomaron en 2014 para conservar la esencia de sus 2.291 metros cuadrados. En diciembre de 2015 parecía que todo el periplo para poner en valor el espacio tocaba a su fin, pero han pasado otros cinco años con las puertas cerradas a cal y canto, sin conciertos en su auditorio semienterrado de 306 butacas, sin exposiciones en sus salas de 180 m2, sin ser referente habitable del Camino de Santiago ni centro de reunión vecinal.

El grupo municipal UPL insta a acabar con la «interminable demora en la puesta en funcionamiento del edificio Araú» y reclama al equipo de gobierno «más interés y más implicación tanto en los trámites administrativos como en los técnicos».

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