El escándalo abre una grieta en un pilar del equipo de gobierno

El escándalo del Ildefe abre una grieta en el equipo de gobierno justo donde Diez tenía uno de sus principales apoyos, tanto por experiencia como gestión. No se trata de una concejala más, a la que se dio un área circunstancial, sino la primera teniente de alcalde y con aspiraciones. «Lo siento por unos, pero no por todos. Lo siento sobre todo por ti —le lanzó al regidor durante la reunión— porque te considero el único capacitado para sacar adelante un proyecto para esta ciudad». Después de todo lo que había dicho antes, sonó a despedida.

Habrá que esperar a la evolución del proceso. Por ahora, la destitución de Travesí como presidenta del Ildefe se completa con el nombramiento de su sustituto: Álvaro Pola, concejal de Protección Civil y Bomberos, socialista antiguo y hombre de máxima confianza. La opción intenta incluso salvar el golpe de poner a la persona más capacitada por su formación y funciones, el concejal de Hacienda, Carmelo Alonso, que fue quien se destacó en el consejo de administración al reclamar un informe de la Secretaría General que avalara el nombramiento del gerente e, incluso, la posible incompatibilidad de voto de la edil. Como no lo obtuvo, se abstuvo. Ayer, no le ahorró apelativos durante la reunión e intentó acusarle de que no había dicho qué votaría. Diez la atajó al reconocer que en la reunión en la que estuvieron los tres el edil ya había avisado de su intención.

Pese a todo, el alcalde, no siempre tan comedido, intentó ser cariñoso en todo momento con Travesí, quien en los últimos tiempos se sentía «ninguneada», como expuso ayer. No se trata de cualquiera. En su día se vendió como el enlace con Compromiso Socialista, la corriente más crítica del partido. Pero dejó de serlo cuando, después de que la tantearan para promocionarla como candidata, decidiera posicionarse al lado de Diez. Ahí ha estado. Al menos hasta ahora.