Sanidad se rinde y deja a las comunidades libertad total sobre hostelería y ocio nocturno
Darias rebaja las restricciones del verano a "recomendaciones" que las autonomías podrán incumplir sin castigo
La penúltima discusión entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades se cerró ayer con un acuerdo que deja a las autonomías libertad absoluta en la desescalada. El departamento de Carolina Darias pasó de publicar en el BOE, el sábado, las normas para un verano plagado de restricciones a la hostelería y el ocio nocturno a rebajar sustancialmente el lunes las limitaciones a los bares y restaurantes tras el varapalo judicial de la Audiencia Nacional a esas limitaciones en Madrid y ayer, directamente, a renunciar a establecer cualquier tipo de corsé, incluso a las discotecas y otros locales de ocio nocturno, que eran los espacios que más preocupaban al ministerio, hasta el punto que era la única restricción que el Gobierno central aspiraba a seguir imponiendo tras la polvareda desatada por la 'rebelión' autonómica a las nuevas normas para este verano.
En el documento final aprobado ayer en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), Sanidad buscó el consenso total al no imponer ninguna obligación a las autonomías y dejarlo todo en meras "recomendaciones". Y casi consiguió la unanimidad. Solo el País Vasco se abstuvo, ya que considera que ni siquiera puede debatirse un asunto que corresponde a los gobiernos regionales. "El Gobierno ha escuchado a las comunidades, a la restauración y al ocio a la hora de revisar el documento en busca del consenso. La salida tiene que ser conjunta", dijo Darias, que recordó que el acuerdo no significa ni mucho menos el fin de las restricciones, sino que las limitaciones quedan en manos de las comunidades.
Aun así, la flexibilidad de este texto de actuaciones coordinadas es tan amplia que no deja de ser una declaración de intenciones que todas las administraciones pueden cumplir o incumplir sin ninguna repercusión legal o administrativa.
Así, el nuevo documento establece que "la apertura de los locales de ocio nocturno se podrá autorizar en función de la evolución de los datos epidemiológicos y de acuerdo con las recomendaciones". O sea, en la práctica, las comunidades tendrán potestad absoluta para decidir si la situación de la pandemia en sus territorios hace aconsejable permitir la apertura de las discotecas.
Darias y su equipo hicieron desaparecer contrarreloj cualquier mención a la prohibición de apertura de locales de ocio nocturno si la zona no se encontraba fuera de los niveles de riesgo o en alerta 1 y 2, tal y como aparecía en el borrador que fue entregado a las comunidades el lunes por la tarde para tratar de atemperar la crisis abierta minutos antes cuando la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional tumbó de forma "cautelarísima" las restricciones de Darias en Madrid a petición del Ejecutivo de Isabel Diaz Ayuso.
El nuevo texto tampoco impone un horario de cierre taxativo al ocio nocturno a las administraciones autonómicas, tal y como hacía el borrador del lunes, que insistía en que las discotecas tenían que cerrar a las 2 de la madrugada este verano y, solo en casos excepcionales, a las 3.
"El horario de cierre de estos establecimientos será como máximo a las 02:00 horas, pudiendo ampliarse en función de la evolución de los datos epidemiológicos", reza el documento.
Por supuesto, el borrador propuesto por Darias no hace mención a las restricciones más polémicas sobre bares y restaurantes, que ya fueron retiradas del texto del lunes y que provocaron que la 'rebelión' de varios territorios (Madrid, País Vasco, Castilla y León, Galicia, Murcia, Cataluña, Andalucía o Melilla, pero también de los socialistas de La Rioja o Castilla-La Mancha), que anunciaron que no iban a aplicar el acuerdo del Interterritorial del 2 de junio, incluso habiendo votado a favor, como Castilla-La Mancha o La Rioja.
Por tanto, no habrá prohibición desde la Administración central de apertura del interior de la hostelería en las zonas por encima de 150 casos de incidencia acumulada, ni obligación de dejar de servir en las terrazas a medianoche ni tampoco orden de cierre de todos los bares y restaurantes a la 1 de las madrugada. Igualmente quedará a potestad de las administraciones regionales establecer aforos, límites de comensales en las mesas o las distancias entre mesas.