Al calor de la solidaridad

Aquellas personas que viven en la ciudad y se encuentran bajo el umbral de la pobreza pueden ser, dentro de lo que cabe, un poco más optimistas. Con la ayuda de varias instituciones se ha podido abrir en León un centro de baja exigencia para aquellas personas sin recursos que no aceptan normas de convivencia. Durante los siete días de la semana, en horario de 21.00 a 9.00 horas ininterrumpidamente permanecerá abierto, en la calle de las Plegarias, un centro donde aquellas personas que carecen de un hogar puedan descansar y calentarse al abrigo de una estufa. Con esta iniciativa se pretende pasar de la mínima acogida, la única posible en un principio, a la atención personal, humana y existencial de los distintos usuarios. La baja exigencia, que caracteriza este centro, no pretende grandes retos de inserción social para los que acudan hasta allí. Medio centenar en la calle Aunque parezca que no existen son muchos los que cada día pasan las gélidas noches durmiendo en la calle. Según explica el grupo de voluntarios del centro, en León, son más de 50 personas los que carecen de una vivienda donde poder pasar las noches. El grupo de voluntarios que trabaja con los transeúntes de la ciudad pretende ayudarles de la mejor forma posible. En el nuevo centro se les intenta reeducar, conocer su historia para que tengan confianza en alguien y se sientan queridos para que puedan salir del submundo de la marginalidad. Allí se les inculcan valores de concienciación y de respeto. La experiencia durante estos 19 días es muy positiva porque no han tenido ningún percance y el comportamiento de los sin techo ha sido ejemplar, según dicen los responsables del lugar solidario. El comportamiento de los voluntarios es digno de mencionar ya que si no fuera por su tesón y su insistencia, no existiría ningún tipo de ayuda para los más desfavorecidos. Para ellos es preciso concienciar a la sociedad del problema de la pobreza y de lo que ello conlleva. Del mismo modo piden a las instituciones pertinentes que acondicionen más edificios para este fin porque aquí sólo pueden estar once personas y en la ciudad son más de 50 las que necesitan de un sitio caliente donde poder soportar las bajas temperaturas que hay por estas fechas en la capital leonesa. La única manera de poder ayudar a alguien a quien la vida le ha dejado de lado es concienciarse de que son tan personas como cualquiera.