Diario de León

En libertad el 'Pablo Escobar' de León por un error de procedimiento

Sus abogados no tuvieron la posibilidad de recurrir el auto de prisión, circunstancia que anula su encarcelamiento

La Policía Nacional había detenido al traficante. DL

La Policía Nacional había detenido al traficante. DL

León

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Francisco H. G. ‘El limonero’, también conocido como el Pablo Escobar español de la heroína, que operaba en León, entre otras provincias del país, fue puesto en libertad ayer, junto con su lugarteniente y un correo del tráfico de drogas, después de que se diera una «vulneración de los derechos fundamentales del detenido», según explica Castilla-La Mancha Media.

Concretamente, un defecto en el procedimiento por el que no se informó suficientemente a los abogados de los presuntos narcotraficantes para garantizar que intervinieran sobre su encarcelamiento o no precipitó que estos recurrieran el ingreso en prisión de los detenidos. La Audiencia de Toledo ha aceptado este recurso y el narcotraficante se encuentra ya en libertad y sin ninguna medida cautelar, explica la televisión regional. 

Esta falta de información ha permitido que el principal traficante que introducía heroína en España y la cúpula de la organización haya quedado en libertad después de que fuera detenido a mediados de diciembre después de casi un año de investigación.

Además, no se descartan que se produzcan nuevas puestas en libertad, lo que podría reconstruir una de las organizaciones más potentes en cuanto al tráfico de drogas en España.

Era ‘El limonero’ en persona quien se encargaba de negociar los envíos con el principal traficante de droga de Europa, Urfi Cetinkaya ‘El paralítico’. La Policía detectó los viajes para negociar los dos últimos envíos. Y los siguieron. De esta forma, consiguieron desentrañar en toda su estructura la peligrosa red que había organizado Francisco H.G.

Se detuvo a los camioneros que introducían la droga en España desde Países Bajos. En las cercanías de Madrid, la heroína era introducida en coches. Y ésta era trasladada a un piso de Toledo donde se guardaba y controlaba. Desde aquí, se distribuía la heroína por diferentes bandas y organizaciones criminales de España.

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