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Francisco García Paramio | Presidente de la Fundación Monteleón

«Queremos crear un evento que ponga el foco de toda España sobre León»

Francisco García Paramio, en la entrevista. FERNANDO OTERO

León

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Pretende rehabilitar la Fundación Monteleón, tras dos años de parón. Critica lo que pudo ser y no es, tanto el destino final de Caja España como la evolución del ente que preside. Tiene grandes proyectos. En casi una hora de conversación, lo disecciona todo.

— ¿Monteleón necesitaba un impulso?

—La realidad es que es que ya desde finales de 2019 el patronato intentó ir quitando peso a las actividades. Una fundación no es lo que los patronos quieren que sea, sino lo que pide la voluntad del fundador. Nosotros tenemos que debernos a la educación, la investigación y la cultura. Y si además en alguna acción generas algún beneficio social, pues mejor.

—El nuevo patronato trae cambios aparejados ¿no?

—Tenemos que ir limpiando reminiscencias del pasado y adaptar la fundación a la situación actual y a la voluntad del fundador, Caja León. Eso podemos abordarlo desde el ajuste de los estatutos. Por ejemplo, la transformación de Caja España Duero en la Fundación España Duero fue abortada por la ausencia de 14 de los 18 consejeros de la extinta Caja. Ello hizo que la fundación naciente quedase en manos del Protectorado de Fundaciones de la Junta de Castilla y León y no se aplicasen unos primeros estatutos en los que se contemplaba que Monteleón dispondría de dos patronos en ella. El porqué de todo ello está bajo la responsabilidad de aquellos que impidieron que la ley se cumpliera. El protectorado da a luz lo que hoy es Fundos y lo deja en manos de patronos que sólo contemplan a ayuntamientos y diputaciones: un entramado político en el que desaparece toda la naturaleza original de los fundadores de las antiguas cajas. Aún así, hay instituciones que ni siquiera se han interesado en formar parte de ese resultado final. Debido a ello, Monteleón queda aislada, toma su camino, y ha de despegarse de todo ese proceso. Nuestros fines son totalmente distintos y necesitamos personas e intencionalidades muy distintas e instituciones (Universidad y Diócesis de León y Astorga) enfocadas en nuestros fines.

—¿Cómo está la fundación económicamente?

—Se llegó a disponer de 5,7 millones de euros, pero los últimos años ha habido gastos sin ingresos y el patrimonio ha estado ocioso en cuentas bancarias hasta que se ha vuelto a invertir ese patrimonio en activos financieros. Son cosas que tienen poca explicación. Que el patrimonio esté invertido y que por decisión del patronato anterior no se ponga una opción sobre la mesa para invertir, da que pensar. Quizá porque querían ponerle el San Benito a la fundación de que no generaba nada para tratar de acabar con ella o fusionarla con otras. El ejemplo es la fundación de La Caixa, que es dueña del 30% de Caixa Bank. Tienen para fines fundacionales 515 millones de euros solamente este año. Una fundación bancaria bien gestionada y nacida de Caja España Duero, podría generar entre 50 y 60 millones de euros para fines fundacionales. Pero eso no es así y todos deberíamos de saber por qué. Creo que es porque todo el mundo salió corriendo por miedo a que alguien les preguntara o les pidieran responsabilidades.

—¿Hay responsabilidades políticas?

—La administración, para lo único que sirve es para añadir problemas. Y si te da por incorporar instituciones a los patronatos, entonces ya se te carga de influencias políticas. Nos ha costado mucho eliminarlas. Donde van, llevan todos los modos de actuar, las intrigas en la elección de patronos, en la financiación de las actividades y así no se va a ninguna parte.

—¿Cuáles son los objetivos ahora?

—El primero es recuperar las actividades que se han demostrado que son exitosas. Están en el ADN de la fundación. Llevamos dos años recibiendo llamadas de grandes autores que se preguntan por qué ya no hay concursos. Por eso queremos poner en marcha las tres actividades literarias, que son certámenes que nos aportan cerca de 1.200 obras a concurso. Son certámenes internacionales. Luego, está el Festival Internacional de Música de Cámara que hace que montones de grupos noveles lo tengan en su agenda y que sea parte del currículum de un grupo que quiere lanzarse. El premio ‘Leonés del Año’ organizado con el Colegio de Economistas volverá de nuevo, y en los años impares elegiremos al ‘Mejor Leonés en el Extranjero’. Y eso es lo más tradicional. El Instituto Leonés de Cultura cree que nosotros podemos hacer cosas con más facilidad que ellos y nos ha pedido que nos sentemos en la mesa para ver cómo se podrían financiar determinadas acciones, sobre todo en la edición de libros que versan sobre asuntos de León, especialmente en la etnografía. También pretendemos iniciar la Escuela Taller de Música Antigua, al hilo del órgano ibérico.

—¿Cuál es su iniciativa estrella?

—El Foro Monteleón, en plan muy impactante. Sería un día en el que traeríamos una figura de talla mundial, como hicieron entalla mundial como hicieron en la Fundación Monasterio de Yuste con Mikhail Gorbachov, alrededor del cual se pueden organizar mesas redondas y otras actividades. Es complicado, porque una figura de estas características exige unas condiciones con un aforo mínimo, unas fechas muy concretas y demás. Pero vamos a intentarlo. Deberíamos de ser capaces de montar algo que centrase la atención de España en León. Los premios princesa de Asturias ponen el foco de España en Oviedo. Pues lo que nosotros querríamos hacer es lo mismo. Puede parecer que es una locura, pero vamos a intentarlo. La Fundación Princesa de Asturias tiene un presupuesto anual de cinco millones de euros. El dinero lo pone el Ayuntamiento de Oviedo, Banco de Bilbao Vizcaya, Telefónica de España ¿Por qué ponen ese dinero? Porque les interesa, porque saben que ha tomado una dimensión mundial. Eso nació en los años 80, no viene del siglo XIX. Lo puso en marcha la fundación. Y ahora, ahí lo tienes. Aquí no va a ser algo parecido al principio, pero ya buscaremos.

—¿Por qué decide encabezar el patronato?

—Esto es un mundo de entrega de tu tiempo y de tus obras a cambio de nada material. El único premio que recibes es la satisfacción de cumplir con un deber. Eso es ser patrono de la fundación. A nada que detectes algo que no sea eso, mosquéate porque detrás hay algo. Una fundación está hecha para que se gestione con determinados fines el patrimonio que puso un fundador. Hay que obtener rentabilidad para hacer funcionar ese patrimonio. El concepto de fundación se ha prostituido porque hay tantas fundaciones políticas que se ha perdido el concepto. Cuando un partido político quiere hacer cosas raras, monta una fundación. Ahí tienes el Partido Popular con la Fundación FAES, o al PSOE con la Fundación Pablo Iglesias, o a la UGT con la Fundación Largo Caballero. ¿Cuáles son los fines? ¿Quién lo financia? ¿De dónde saca el dinero? Es un lobby. Se ha prostituido el concepto. Nosotros podemos actuar donde queramos, pero somos una fundación de ámbito autonómico. Nos obligan a presentar un informe anual, unas cuentas y a que todo lo que se haga esté registrado. Te avisan de que no has gastado todo lo que tenías que gastar, de que tienes un saldo negativo… Tratan de que cumplas los principios para los que fuiste fundado. Pero esas otras fundaciones que hemos citado entre otras muchas, nadie les dice nada. Eso es porque los que tienen que vigilar esas fundaciones son los que están dentro de ellas. No puede haber políticos vigilando a políticos. Por eso en muchos lugares se vincula fundación a golfos. Por desgracia proliferan a mucha velocidad y es muy difícil quitar del medio a ese tipo de personas que se incorporan a las fundaciones buscando intereses propios. Por eso digo que la única satisfacción que tienes es la de dedicar el tiempo a algo que merece la pena y a veces poniendo dinero de tu bolsillo.

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