El PP exige el impulso de la Vía de la Plata durante la presidencia española de la UE

Priorizar durante la presidencia española del Consejo Europeo, que comienza el próximo 1 de julio, la recuperación del tramo ferroviario de la Vía de la Plata, especialmente en el tramo entre Astorga y Plasencia, es el objetivo de una Proposición no de Ley registrada la pasada semana por el Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, para su debate en la Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. 

La propuesta pretende que se haga efectiva la inclusión del tramo entre estas dos poblaciones en la red básica ampliada de la Red Transeuropea de Transporte, dentro del Corredor Atlántico. El objetivo, defienden, es «convertir la Ruta de la Plata en un corredor ferroviario de velocidad alta para tráfico mixto de viajeros y mercancías»; así como iniciar «a la mayor brevedad posible» los trámites para realizar un estudio de viabilidad de este trazado. 

Los populares recuerdan que el Corredor Oeste es históricamente un eje vertebrador del norte y el sur de la península desde que se inauguró en 1896; aunque perdió el tráfico de viajeros en 1985 y una década después el de mercancías en el tramo Astorga-Plasencia. Lo que supuso un «elevado coste económico y social para estas zonas». 

Recuerdan que a finales del año pasado el Consejo de Ministros de Transportes de la UE estableció la revisión de su Red Transeuropea de Transporte, para impulsar la movilidad sostenible y la cohesión económica, social y territorial. La red básica debe completarse en 2030, la básica ampliada en 2040 y la red global en 2050. 

Cuello de botella en Madrid

Sin embargo, señala el PP, «lamentablemente el Gobierno de España no consideró prioritario el corredor de la Ruta de la Plata», lo que retrasaba su posible puesta en marcha hasta 2050. Una decisión que retrasa también la inversión con los fondos europeos disponibles; y condiciona el desarrollo del oeste del país. Una decisión que ha provocado una movilización política y social que defiende que se rectifique esta decisión, al menos en el tramo entre Astorga y Plasencia, lo que por otra parte permitiría no retrasar más la unión entre los «dos brazos del Corredor Atlántico», evitando el paso de mercancías y pasajeros por Madrid, que actualmente es «un cuello de botella». 

Este trazado facilitaría también la conexión entre el oeste español y Europa, con los puertos del norte y sur de España y Portugal y, desde ahí, el enlace con África y América. El PP defiende que «serviría de atracción para industrias al convertirse en un eje vertebrador multifuncional de transporte de pasajeros y mercancías, de energía, de conectividad de nudos y plataformas logísticas». Algo básico para un territorio «muy afectado por la desplobación». 

Es decir, «son muchas las razones estratégicas que defienden este avance.