El Hospital de León reforzará las medidas contra los efectos de 156 fármacos peligrosos
Estudia nuevas acciones para evitar los daños por la manipulación de medicamentos
Los preparados de medicamentos constituyen una labor diaria en el Hospital de León. DL
Además de que un 73% de los profesionales de Enfermería han sufrido un accidente biológico durante su ejercicio laboral (pinchazos, cortes, salpicaduras de fluidos...), este colectivo maneja en su trabajo diario más de 156 medicamentos peligrosos cuya manipulación puede ocasionar daños en el ADN y en los cromosomas de las células, toxicidad en algunos órganos e incluso cáncer en los casos más graves.
Por eso, el Hospital de León pondrá en marcha un grupo de trabajo sobre estos fármacos para redoblar las medidas necesarias para minimizar los efectos que esas sustancias puedan originar al personal en el contacto diario con gases anestésicos, formaldehído, óxido de etileno y productos para luchar contra el cáncer, entre otros.
La idea es adecuar los mecanismos tanto en la farmacia hospitalaria como en las plantas, donde la gerencia se ha comprometido, a instancias del sindicato Satse, a actualizar los dispositivos de machacado de las pastillas para evitar la dispersión del polvo que se generan de muchos de esos medicamentos con riesgos para la salud.
De hecho en las plantas hospitalarias se utilizan morteros y ya se estudia sustituirlos por trituradores profesionales de píldoras que incluyen un sistema de sellado que pulveriza la medicación gracias a su acción de aplastar y triturar dirigiéndolo a bolsas estancas y de allí se envían los medicamentos disueltos a los tubos de alimentación.
Satse propone informar, formar y proporcionar medidas de seguridad adecuadas en la preparación y administración de esos medicamentos peligrosos, ya que la posibilidad de que un trabajador experimente efectos adversos para la salud por la exposición a agentes peligrosos «aumenta con la cantidad y la frecuencia de exposición y con la falta de procedimientos o pautas de trabajo correctos», según señalan.
Las acciones de estos fármacos pueden ser de tipo irritante, toxico y alérgico, y especialmente peligrosos para las mujeres embarazadas o en edad fértil, por lo que el sindicato insiste en los procedimientos de trabajo seguros en el uso de esos 156 medicamentos.
Satse ha confeccionado un documento para los enfermeros donde se hace constar su historia clínica laboral, la exposición a estas sustancias potencialmente carcinógenas, mutágenos y tóxicas para la reproducción, de forma que se active el protocolo de vigilancia de la salud para los trabajadores que se expongan. Dada la importancia que esta medida puede tener para evitar los efectos agudos como erupciones cutáneas, los efectos crónicos como acontecimientos reproductivos adversos y las anormalidades en los cromosomas 5 y 7 y posiblemente cáncer
El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo editó una guía para un uso adecuado de estas sustancias y el sindicato ha pedido a Sacyl una revisión de determinados medicamentos peligrosos y sus procesos de manipulación, porque a día de hoy, «las enfermeras siguen preparando muchos de estos medicamentos sin las medidas adecuadas», señala.
«Solo existen medidas de seguridad implantadas para el manejo de medicamentos citostáticos (aquellos usados contra el cáncer, aunque causan daño celular sin discriminar las células tumorales)». También recuerdan que «estudios sobre las precauciones con medicamentos peligrosos demuestran que, cuando aumenta el número de pacientes, el ritmo de trabajo y la presión asistencial, las medidas de prevención disminuyen y en consecuencia, aumentan los riesgos laborales para los trabajadores».
Nuevos trituradores de pastillas
El grupo de trabajo para proteger a los profesionales sanitarios de los problemas derivados de la manipulación de medicamentos peligrosos estudiarán la posibilidad de incorporar trituradores de fármacos peligrosos profesionales que sustituyan a los morteros que se suelen usar en las plantas del Hospital para preparar las medicinas que toman los pacientes.
Los nuevos aparatos evitan partículas de polvo en suspensión, que pueden causar enfermedades, alteraciones cutáneas y de la salud con mayor o menor gravedad. Si el Hospital redoblará las medidas contra los 156 medicamentos englobados como peligrosos, en el otro extremo también se cuida el abastecimiento de fármacos muy eficaces.
Por ejemplo, la cafeína, el mismo estimulante que ayuda a millones de personas a arrancar el día, también salva vidas en el complejo asistencial. Si un bebé prematuro no logra respirar al nacer, la llamada apnea primaria, el citrato de cafeína consigue que sus pulmones inmaduros se pongan en marcha. Se trata de un medicamento antiguo, bien conocido y barato de producir, pero con una incertidumbre importante: apenas dos empresas lo fabrican y algunas presentaciones tienen una sola alternativa en el mercado.