El servicio pasó de 14.400 coches al año a cerca de 4.000

El servicio de la grúa se reguló en 1978 mediante un contrato en el que el Ayuntamiento, de acuerdo al entonces reglamento de contrataciones de 1953, ofertó la prestación a las cuatro empresas que había en la ciudad: Autociti, Franco, Hermanos García y Talleres Ladreda. Sólo las dos últimas atendieron la invitación y se repartieron la retirada de vehículos hasta que en 2014, después de los reiterados informes de la Secretaría General que advertían de la situación en precario, el gobierno municipal decidió sacarlo a concurso.

El procedimiento estuvo marcado por la polémica tras la adjudicación a la empresa RMJ Transportes, ligada a Grúas Merino. Talleres Ladreda denunció que se trataba de una comunidad de bienes, algo contrario a los pliegos, y la jueza le dio la razón. El fallo hizo que en julio de 2017, tras un año y medio de la nueva prestación, volviera a manos de Talleres Ladreda, pese a las reclamaciones de la empresa perjudicada de que no cumplían los requisitos obligatorios. En aquel concurso, el Ayuntamiento exhibía que el servicio había pasado de recoger 14.400 coches al año en 1998, con hasta tres grúas en funcionamiento, a los apenas 4.430 de entonces. Esta vez, pese a las peticiones de las empresas interesadas, no se ha querido dar el dato actual.