El desplome de la cifra de trabajadores, principal amenaza de la economía local
Ecova advierte del preocupante descenso en un momento «inseguro y de gran incertidumbre»
El desplome del número de trabajadores en la provincia (a pesar del descenso de los desempleados) y el creciente peso de la población inactiva (y por lo tanto dependiente de los desembolsos de las arcas públicas) es el principal síntoma de debilidad de la economía leonesa; afectada además por una incidencia de la escalada de la inflación que no sólo se traduce en un galopante aumento del coste de la cesta de la compra de los hogares sino en un coste empresarial que incide directamente en la situación de las empresas locales, En su práctica totalidad pymes y micropymes con escasa resistencia a los cambiantes embates de un sistema económico cuyas decisiones se toman muy lejos de la realidad de pequeños negocios y autónomos.
Los alarmantes síntomas de desaceleración del mercado de trabajo tienen su origen en el declive poblacional y el envejecimiento de la provincia, pero son sólo el inicio de un probleema que «se agravará en el futuro, salvo que se produzcan incrementos sustanciales de la población extranjera». Son sólo algunas de las pinceladas del Observatorio Económico de Castilla y León del Servicio de Estudios del Colegio de Economistas de Valladolid, que en su análisis sobre al evolución económica local en el segundo trimestre del año advierte de que el horizonte económico es «muy complejo, con una economía volátil, insegura y preocupante, lo que provoca una gran incertidumbre».
Más allá del comportamiento de los distintos sectores, es especialmente crítica con la «irresponsabilidad a la hora de gestionar los recursos públicos». Lo más preocupante, asegura, es «la poca o nula capacidad de respuesta que podrían tener los Gobiernos nacionales y regionales”. Por eso llama a una «reducción drástica del gasto público», y a una vuelta al cumplimiento de las reglas fiscales».
El Observatorio del Ecova señala, en lo que se refiere al mercado laboral leonés, que la población activa es un 3,7% inferior a doce meses antes, y que los activos son ya sólo un 51,1% de la población mayor de 16 años. Una tasa de actividad que decrece alarmantemente y que está por debajo de los índices no sólo nacionales, sino autonómicos, también especialmente bajos.
Desciende el número de ocupados y crece el de inactivos (sobre todo los incapacitados permanentes en el segundo trimestre del año); y se crean porcentualmente menos puestos de trabajo que en el conjunto del país.
La evolución del mercado laboral es el aspecto más preocupante de la economía leonesa, el que revela en mayor medida sus puntos débiles. Como lo hace, de la mano, el imparable descenso de la población local, únicamente aliviado por la llegada de trabajadores extranjeros. Insuficientes en todo caso para aliviar el declive poblacional y el envejecimiento.