Diario de León

Gensat-I: el viaje de León a la estratosfera

-El proyecto de cuatro ‘makers’ leoneses, realizado con un coste de 350 euros y de 400 gramos de peso, ha sido seleccionado entre más de 250 propuestas nacionales para ser lanzado en la iniciativa Servet IX 

Ramón Ángel Fernández, Antonio Prieto y Álvaro Castellanos, con el prototipo que han desarrollado. RAMIRO

Ramón Ángel Fernández, Antonio Prieto y Álvaro Castellanos, con el prototipo que han desarrollado. RAMIRO

León

Creado:

Actualizado:

Se definen como unos ‘frikis’ de la tecnología, y lo cierto es que juntos suman mucho talento. Tanto, que su propuesta ha sido seleccionada entre más de 250 presentadas en todo el país para ser una de las ocho que se lancen a la estratosfera el próximo sábado desde algún punto de Zaragoza.

Grandes dosis de entusiasmo, muchas horas de trabajo (unas 400 desde julio sólo para concretar este artefacto), habilidad porque sus 20 metros de cable y demás sistemas se han soldado a mano con lupas, conocimiento y curiosidad inagotables. Y la generosidad de contar con la Universidad de León para incluir en esta primera misión experimentos de dos de sus grupos de investigación punteros. 

Todo ello en un proyecto de bajo coste (el Gensat-I ha costado 350 euros) que pesa 400 gramos. No se admite ni uno más. Ya testado, forma parte del proyecto Servet, de la Fundación Ibercivis, entregada a promover la ciencia entre los ciudadanos.

El Gensat-I contiene un complejo y diminuto mecanismo. RAMIRO

El Gensat-I contiene un complejo y diminuto mecanismo. RAMIRO

El Gensat-I será lanzado el día 28 a la estratosfera. Es un prototipo desarrollado por Antonio Prieto, Álvaro Castellanos, Laura Rodríguez y Ramón Ángel Fernández. Su objetivo básico es «servir como demostrador tecnológico para el posterior diseño de un prototipo de Cubesat (un modelo académico de 10x10x10 centímetros que puede ir al espacio).

Este determinará a nivel técnico la alimentación, aislamiento térmico, comunicaciones, sensores, electrónica y estructura». Es el primer prototipo de estas características diseñado y seleccionado en toda Castilla y León, y el objetivo es «seguir avanzando en la propuesta». 

Más allá de esta parte técnica, el proyecto tiene «un claro objetivo científico, y costa de tres experimentos estratosféricos de corta duración, como paso previo a misiones más complejas», explica Antonio Prieto, que desarrolla su actividad profesional como profesor de Religión en el Instituto Legio VII. 

Algunos de los parámetros que emite. RAMIRO

Algunos de los parámetros que emite. RAMIRO

El primero de los retos se centra en «realizar un estudio del índice de radiación ultravioleta a medida que asciende por la estratosfera, y mide los gases y compuestos que causan la destrucción de la capa de ozono». Así como otros compuestos orgánicos volátiles. También mide la temperatura exterior y la presión barométrica. 

El segundo experimento estudiará el comportamiento termomecánico de la unión de un procesador con un disipador de calor. «El sobrecalentamiento del microprocesador es crítico en la misión, porque es el corazón del sistema».

El sistema instalado en el Gensat-I permitirá comparar el comportamiento termomecánico (se alcanzarán temperaturas de hasta 60 grados bajo cero) con la formulación matemática desarrollada por José Vallepuga Espinosa, Iván Ubero Martínez y Víctor Gutiérrez  Posada, profesores del Área de Mecánica de Medios Continuos y Teoría de Estructuras de la Universidad de León.

«Con los sensores de temperatura instalados podremos comprobar sobre el terreno la formulación que hemos realizado, y así adaptarla y mejorarla para futuras misiones», explica Ubero. 

La misión incluye un experimento más de la ULE: se embarcarán semillas de leguminosas y de Arabidopsis Thaliana para exponerlas a condiciones extremas de radiación UV, baja temperatura y ausencia de presión. Y luego se estudiará cómo afecta eso a su germinación, además de investigar otros parámetros biológicos. Aquí participan los catedráticos Antonio Encina, del Área de Fisiología Vegetal, y Rafael Álvarez Nogal, de Biología Celular. 

El Gensat-I incluye también una microcámara que fotografiará cada cinco segundos todo el viaje por la troposfera y la estratosfera, además de un equipo GPS para seguimiento en tiempo real que enviará datos de posicionamiento y telemetría a tierra.

Se trata, en fin, de una ambiciosa misión científica, además de tecnológica, realizada manualmente por aficionados. Subirá a 33.000 metros de altura y se desplazará durante dos horas y media. Desde ayer se realizan pruebas de vuelo en Zaragoza para determinar el punto de lanzamiento, de forma que las ocho sondas que se lanzan con un globo de helio puedan ser recuperadas.

Algo que es vital para la misión leonesa, ya que la mayor parte de la información quedará recogida en los cuatro memorias que incorpora y las semillas. Incluye también un sistema que le permite flotar en el caso de que caiga en un río; y un pequeño panel solar que activará un sistema de calefacción en el interior de la sonda. 

«Es una misión complejísima». La primera de este grupo de apasionados de la tecnología y de la ciencia, dispuestos a demostrar que llegar a desarrollar misiones en el espacio es más cuestión de ingenio y entrega que de respaldo económico. 

tracking