¿Va a prohibir Europa que repares o vendas tu coche viejo? Todo lo que se sabe del nuevo reglamento

Los coches viejos están en peligro de extinción. Pero ¿hasta cuándo puedes circular con él? Desde principio de año, como un globo sonda, se ha expandido por las redes sociales y por diferentes medios de comunicación el presunto plan que baraja la Unión Europea para renovar el parque móvil  y que implicaría prohibir las reparaciones de los coches más antiguos.  

Conocidos 'youtubers' han compartido en sus perfiles vídeos en los que critican duramente esta medida, que lejos de confirmarla, desde la Comisión Europea la han desmentido, después de que circulara como la pólvora por las principales plataformas de internet. 

¿Qué se sabe del nuevo reglamento? Las explicaciones que han llegado desde Bruselas no han apagado la polémica, a pesar de no existe en ningún documento escrito, con carácter oficial, una “prohibición” expresa para reparar vehículos antiguos. Incluso la Comisión Europea, a través de su cuenta en X, lo ha desmentido, pero ¿hay letra pequeña?

Lo cierto es que se está elaborando un nuevo reglamento que aún está pendiente de aprobarse, y que podría establecer ciertas restricciones a la hora de vender un coche . Habría que determinar antes si es un vehículo de segunda mano o está más cerca del fin de su vida util, por lo que habría que retirarlo de la circulación, siempre que no pueda repararse, algo que ya ocurre ahora en determinados casos. Pero ¿quién establece los años de uso?

La clave, por tanto, está en los criterios que se fijen para calificar como residual un vehículo que acabará, por tanto, reducido a chatarra. 

En el texto que prepara la Comisión Europea se establece, según publican desde El Confidencial, que no se podrá reparar el coche que haya sido cortado en trozos o desmontado, que se haya soldado o sellado mediante espumas, que se haya quemado completamente con afectación del vano motor o el habitáculo, o que se haya sumergido en agua hasta un nivel por encima del salpicadero.

Tampoco tendrán una segunda oportunidad los vehículos que no puedan solucionar problemas en sus uniones con el suelo (neumáticos y llantas), la suspensión, la dirección, los frenos, las fijaciones de los asientos, los airbags y pretensores de los cinturones de seguridad o el bastidor, o aquel cuya estructura y seguridad general presenten defectos técnicos irreversibles, como envejecimiento del metal, corrosión evidente por perforación o problemas serios y masivos en la imprimación de la carrocería.

Pero la propuesta señala también, y aquí surge la principal polémica de las últimas semanas, que se declarará técnicamente irreparable , o vehículo residual, aquel cuya reparación exija la sustitución del motor, la caja de cambios, la carrocería o el montaje del bastidor, y también el que tenga un valor de mercado inferior al coste de las reparaciones necesarias para que pueda ser aprobado en la inspección técnica (ITV). Y esto último ya abre mucho el abanico de posibilidades.

Los amantes de los vehículos clásicos no ven nada clara esta propuesta y están a la espera de que Europa establezca unos criterios claros y homogeneos para calificar como residual un coche y apartarlo así de la circulación. Es cierto que el parque móvil está muy envejecido y que se quiere aumentar el número de coches eléctricos, pero de momento no son aptos para todos los bolsillos y la infraestructura de carga está lejos de las necesidades reales de los usuarios de este tipo de coches.