Diario de León

Entrevista

Sen: «Dudo que por parte de la comunidad autónoma los fondos vayan a contribuir al reequilibrio»

Nicanor Sen, delegado del Gobierno en Castilla y León

Nicanor Sen, delegado del Gobierno en Castilla y LeónFernando Otero Perandones

León

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Porque la política es como la vida de volátil, Nicanor Sen pasó de cien a cero en las elecciones de mayo; y medio año después, por el resultado de otra consulta electoral, de cero a cien, con el nombramiento de delegado del Gobierno en Castilla y León territorio «de muchas verdades y sensibilidades». Pide a la Junta colaboración, y al PP que abandone ese «empeño» de hacer oposición al Estado desde las comunidades autónomas. Tras 20 años de alcalde en Cistierna, ocho años de diputado provincial (en dos periodos, el último de vicepresidente provincial), una legislatura de senador, presenta un bagaje que cree suficiente para cumplir con la encomienda de Pedro Sánchez, «un orgullo que me haya elegido para representar al Gobierno en la comunidad».

—¿Se siente bien con el cargo, con esta encomienda de la delegación del Gobierno?

—Es para mí un orgullo representar al Gobierno de Pedro Sánchez en la comunidad autónoma, que es la más extensa, la más diversa, con multitud de verdades y sensibilidades, en un territorio que es más amplio que Portugal. Es un orgullo dedicar todo mi trabajo a dar traslado de todas las necesidades que requiere esta comunidad.

—¿Es evitable esa percepción de que los delegados del Gobierno son látigos de los presidentes autonómicos?

—Eso puede tener más que ver con la obsesión del presidente del PP, de ese estado permanente de enfrentamiento, que obligan a utilizar a las comunidades autónomas para hacer oposición al Gobierno, al Estado. Yo no tengo ninguna encomienda de calado político, más allá de desempeñar con dedicación y cercanía los que corresponde a las gestión del Estado, visitar y ser cercano al territorio.

—¿La Delegación es ejemplo de que la vida del político es imprevisible? Ha pasado de una derrota electoral al máximo cargo ejecutivo en la comunidad en medio año.

—Llegué a la Delegación del Gobierno con toda la experiencia que cabe en una dedicación política, de veinte años como alcalde que son sin duda los mejores de mi dedicación política. Es un orgullo que el presidente del Gobierno me encomendara esta responsabilidad.

—¿Volvería a votar en contra de la autonomía leonesa si se le diera la opción ahora, en aquel pleno municipal de Cistierna?

—Yo soy una persona con ideas claras y firmes. Volvería a hacerlo, claro.

—¿Cuánto cree que influyó aquella determinación en el resultado del mes de mayo que le arrebató la alcaldía?

—Todo influye. También el desgaste de 20 años de alcalde en un municipio sacudido como el que más por una reconversión. Todo suma.

—No hace falta detenerse en relatos de la situación de una provincia hecha unos zorros en diversos parámetros sociales y económicos. ¿Qué inversión cree que sería prioritaria para meter el diente a este proceso de recesión?

—Hablamos de un espectro muy amplio. Parte del revulsivo tiene que ver con las decisiones políticas. La comunidad autónoma tiene que atender a todo el territorio por igual, y ya dije en mi toma de posesión del cargo que en el oeste, en esta comunidad había territorios con necesidades especiales. Ahora mismo hay fondos para invertir que son una oportunidad en ese sentido, una oportunidad inigualable para caminar al reequilibrio, en población, en actividad; lo que echo en falta es que no haya un ambiente de colaboración por parte del PP con esa posición radical. Y hay planes de los fondos de resiliencia de más de 3.600 millones, que por parte de la comunidad autónoma dudo que vayan a contribuir al reequilibrio.

—¿Le cambió la percepción de León desde el despacho de la Delegación del Gobierno?

—El conocimiento y el interés se aplica a todos los territorios por igual; y no me cambió en absoluto con respecto a León, que por otra parte es mi tierra, mi provincia, y en la que expongo la máxima dedicación para que se recupere.

—Una de las medidas que quedaron colgada de la gestión de su predecesora en el cargo fue la mesa por León. ¿Cree que es oportuno recuperarla? ¿Ve oportuno recuperar esta herramienta?

—A día de hoy, en la agenda de la Delegación no hay ningún epígrafe pendiente con la mesa por León. Yo sé que la Diputación de León hizo una apuesta clara y a veces no da el resultado esperado. El planteamiento es que trabajemos todos, sindicatos y resto de agentes sociales y políticos, para lograr el mejor futuro para León. En eso está mi compromiso.

—¿Le suelen preguntar por la amnistía? ¿Ve el asunto como un tema de conversación que preocupa a la ciudadanía, a sus interlocutores en el desempeño del cargo de delegado?

—A día de hoy no me han preguntado por este asunto, no es tema de conversación. Si el sentido de la pregunta es otro, quien me conoce sabe que soy una persona dialogante, y que sin diálogo no se puede garantizar el progreso de un país.

—¿Cree que al votante leonés del PSOE le incomoda el asunto, que le va a pasar factura en las urnas, o lo ve más alejado de las preocupación del electorado , en el puesto 37, como indica el CIS?

—A nivel de partido, se dio el respaldo al secretario general para que tomara en consideración los términos de la negociación con el fin de llegar a un gobierno progresista. El Gobierno del PSOE se basa en los pilares del empleo los derechos y el diálogo. En eso estamos. No creo que se lesione el voto.

—¿Goza del PSOE leonés de buena salud ahora?

—Está es una postura de fortaleza.

—El capítulo de infraestructura se abre por la uve, de la vía de la Ruta de Plata. Hay colectivos en León que afirman que el Gobierno dilata la solución.

— La ruta lleva cerrada varias décadas, y sin intención de otros gobiernos de abrirla. El Gobierno sigue los pasos que se deben para acertar en la actuación. Un informe de viabilidad que dictará qué hacer y cómo, porque es necesario en una estructura que está desmontada en algunos tramos. Lo ha explicado el ministro Puente.

—Hay otro tema complicado y enquistado en Trobajo del Camino, con el soterramiento.

—También, como explicó el ministro de Transportes, se trata de racionalizar las intervenciones. Algunas con soluciones más amables y eficaces, en cuanto a la reducción de barreras, que reduzcan los efectos acústicos y visuales de las vías. Lo que está claro es que se va a tender a un reparto de obligaciones y financiación responsable por parte de las diferentes administraciones.

—¿En caso de tener que elegir, ve más conveniente para León anular el peaje de la AP-71 o ejecutar la A-60?

—Siempre, un nuevo trazado, entiendo.

—Pues arde aún el fuego del trazado de León por las declaraciones del ministro Puente.

—Yo estaba delante el día que habló del asunto del tramo de León, y creo que se desmesuró la interpretación. El tramo de Medina a Santas Martas no tiene nada avanzado, ni en el plano administrativo. El tercer carril en la nacional se haría como medida de seguridad mientras se avanza con los asuntos pendientes para hilvanar la autovía.

—Y por Torneros, ¿le suelen preguntar en este mes y medio que lleva en el cargo?

—Torneros tiene el expediente administrativo completo. Nunca estuvo más avanzado que ahora.

—Tras varios años de funeral por las cuencas mineras, cunde una sensación de desengaño en esa zonas. ¿Habrá algún día soluciones?

—Hablamos de zonas de orografía complicada que tiene poco atractivo para el empresariado. Como todo el mundo sabe, yo procedo de uno de esos espacios, y es difícil conjugar una solución en la que parece una utopía alcanzar las cotas de actividad económica precedentes. En es línea de recuperación, también es preciso que se aplique la intención de transformación desde los fondos de recuperación y resiliencia. Igual las comunidades autónomas no han hecho todo lo preciso en esa dirección.

—Los objetivos de renovación y transformación el sector primario parece que tienen otro avance en agricultura.

—El Gobierno de Pedro Sánchez es el que más ha hecho por la modernización del regadío en León; en breve, este mes de febrero, se firmarán los convenios para transformar tres zonas, en el área de la ribera alta del Porma, la margen izquierda y en el canal del Bierzo, que implicarán una inversión del Gobierno de más de cien millones de euros, con beneficio directo para más de seis mil productores.

—Por el sector primario, se ha escapado en los últimos días la movilización masiva. ¿Les pilló de sorpresa?

—Nadie por en duda el derecho de la gente a la manifestación, y a la protesta que están llevando a cabo. Las puntualizaciones se deben a que en esa labor de interlocución no encontramos a nadie que se convierta en portavoz.

—En la seguridad ciudadana, las cifras chocan a veces con la inquietud de los habitantes de algún barrio de la capital leonesa, por episodios de robos, violencia, narcotráfico.

—Castilla y León es una de las comunidades de España con mejores índices de seguridad, y en eso tienen que ver la profesionalidad de las fuerzas de seguridad, además del esfuerzo del Gobierno para dotarlas de medios técnicos y humanos a la altura de la labor que tienen encomendada. Nunca jamás ha habido una dotación más alta de efectivos, con los avances técnicos y la formación precisa para conseguir esos índices de seguridad en beneficio de la población.

—¿Puede contar León con su apoyo para la implantación de la Facultad de Medicina?

—Por supuesto. Esperemos que la Junta adopte una decisión entre las peticiones expuestas para estos estudios, y que se dé traslado de ello; mi apoyo es total.

—En materia educativa, se añade el roce entre Junta y Gobierno por la Ebau única.

—Es que mientras las comunidades no se pongan de acuerdo con los contenidos que dependen de su competencia, eso será imposible.

—En mes y medio en el cargo, ya le habrá llegado nociones de ese otro encontronazo entre el Gobierno y la Junta por motivo del control del lobo.

—Pues ese asunto no avanza a una solución porque las comunidades autónomas no han hecho su trabajo ni han facilitado al Gobierno de España los censos que se han de enviar luego a Bruselas; de la misma forma que el grado de protección se fijó en torno a un censo de 2014 que determinó las medidas, ahora está pendiente una actualización que se ha solicitado, y me consta que en el caso de Castilla y León hace apenas dos semanas se ha dado traslado a los guardas. Para tomar determinaciones hay que conocer los censos y eso es lo que no se ha hecho. Y eso no es parte de culpa del Gobierno de España, que debe cumplir la normativa europea.

—¿Es optimista con el devenir de los Presupuestos del Estado que aún no ha aprobado el Gobierno? ¿Lo ve próximo?

—Sí. Lo veo con optimismo, y será bueno para proyectos y para el desarrollo y el progreso de Castilla y León.

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