El Hospital engulló 170,8 M€ en gastos de mantenimiento y material y 6 M€ Primaria

La conocida expresión de que «cada vez que hablas, sube el pan», podría traducirse en el sector sanitario por «cada vez que el Hospital o los centros de salud abren ‘la boca’» necesitan un alimento de casi medio millón de euros diarios.

Y es que poner a andar cada jornada una auténtica ciudad sanitaria de 126.000 metros cuadrados como es el Complejo Asistencial Universitario de León, al que acuden 3.500 trabajadores, y genera más de 1.500 toneladas de residuos anuales, 309 de ellas peligrosas, no es una tarea fácil.

Requiere un mantenimiento, instrumental, productos, limpieza y energía. El gasto real de esta macro instalación, que engloba el gas, la luz, el material y las reparaciones supuso un desembolso el año pasado de 170,8 millones, un 4% más que en 2022, según los datos recopilados por Sacyl.

Unas cifras que reflejan no obstante que el Hospital, a pesar de ser el de mayor tamaño en la Comunidad, no fue el que engulló más gastos corrientes. Ese coste lo lideró su homólogo de Salamanca, con 213,2 millones con más de 30 de ellos para los gastos de estructura.

La farmacia hospitalaria y los hemoderivados constituyeron el dispendio más abultado, de casi 72,4 millones en las instalaciones leonesas, seguidas del pequeño utillaje sanitario, implantes, material de laboratorio, radiología, medicina nuclear y de otros servicios, cuya cuenta ascendió a 61 millones. Ambos capítulos se incrementaron en tres millones cada uno.

En cambio y contra todo pronóstico con un mercado de precios del combustible al alza, la factura energética, que incluye la calefacción, la limpieza, la seguridad, la conservación y las reparaciones, generaron un gasto de estructura ligeramente inferior al del año anterior de 22,1 millones, porque el Hospital logró limar más de 221.000 euros.

En el caso de los arrendamientos, el material de oficina, los alimentos, la lencería, el vestuario, los seguros y tributos, que representaron 8,2 millones, también se rebajaron en 88.000 euros.

En cuanto a la gerencia de Atención Primaria, su gasto el año pasado creció un 11% y alcanzó los 5,99 millones de euros, por detrás de Salamanca (7,5 M€) y Burgos (7,3 M€). El grueso de los gastos se lo llevó el mantenimiento (de 3,6 millones, con 410.000 euros más) y el material de oficina, vestuario, tributos y alquileres (1,28 millones). La farmacia y los hemoderivados sólo supusieron 30.193 euros, mientras las derivaciones de pacientes para tratar sus dolencias o para efectuarles pruebas tuvieron un coste un 7% inferior y se situaron en 15.411. Se trata de la cifra más baja de las gerencias de Primaria de la Comunidad, nueve veces más ajustada que Salamanca, que vuelve a liderar con 137.544 euros. Entre el personal sanitario y el no sanitario, este escalón asistencial goza de una plantilla de 1.072 personas. La Atención Primaria descansa sobre los hombros de 301 médicos (el 40% trabajan en el medio urbano), 317 enfermeras (135 de ellas en León ciudad) y 26 pediatras (solo ocho en los pueblos). Estos profesionales atendieron más de 3,7 millones de consultas el año pasado y 371.000 urgencias en León. Según el Observatorio del Sistema de Salud de Castilla y León, los ocho centros urbanos y semiurbanos gestionan una población de 167.750 personas con el 40% de la plantilla y los 20 rurales a 134.175 personas con el 60% de médicos. De ahí que la tasa de facultativos de familia por cada 10.000 tarjetas sanitarias se sitúe en León dos décimas por debajo de la media de la Comunidad (7,3) en el ámbito urbano, pero también es inferior en las zonas rurales en dos puntos (14,8).

El gasto corriente de los hospitales y los centros de Primaria de toda la Comunidad se elevó en 2023 a 1.337 millones, con 511 para farmacia, 428 para material y 183 para la estructura, entre otros.