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Juicio por el crimen en Obispo Almarcha: "Pido perdón por todo, lo siento", dice el acusado
El Fiscal eleva a 27,5 años la propuesta de pena de cárcel por asesinato y la defensa la rebaja a diez años por homicidio
El sospechoso escucha las indicaciones de su letrada al inicio de la sesión del jueves.
El acusado del crimen en la calle Obispo Almarcha ha cerrado con su último turno de palabra el juicio que desde el lunes pasado se celebraba en la Audiencia Provincial.
"Estoy mal desde hace tiempo y me arrepiento. He dejado a mis hijos solos, he perdido a mi hermana, he dejado a mi madre sola y todo es nuevo para mí. Hay muchas contradicciones. No me he arrepentido porque es bobada decirlo, lo he hecho (el crimen) y no me acuerdo de más. Pido mil disculpas. Lo siento mucho".
El Ministerio Fiscal ha decidido modificar sus conclusiones provisionales y entiende que el acusado del crimen en la calle Obispo Almarcha atacó a la víctima en una zona en la que no podía defenderse, dejó de forma voluntaria un sobre con más de 2.0000 euros para despistar a los investigadores y entiende que no hubo hurto, sino robo con violencia y abuso de superioridad por lo que eleva a 23 años y medio la pena que pide por asesinato y cuatro años más por robo con violencia.
Las acusaciones que representan a los hijos y a la pareja sentimental elevan la propuesta a 30 años de cárcel. La defensa se reitera en sus conclusiones, cree que se trató de un homicidio con enajenación mental y deja la pena en diez años de prisión.
Para el fiscal se ha probado que el juicio ha sido "aún más contundente que la investigación" sobre la forma en la que ocurrieron los hechos. "Además no hay circunstancias que atenúen la responsabilidad penal", del sospechoso. Lo basa en que "la víctima no tenía escapatoria en la zona en la que ocurrieron los hechos, eso es una agravante".
EL hecho de que el acusado no declarase "no es ilegal" pero "hay que contraponerlo con el reconocimiento de los hechos que llevó a cabo en el juzgado". Llamó la atención el fiscal sobre la costumbre de la víctima de no abrir la puerta a extraños que tampoco solía vestir ante gente de fuera la ropa que llevaba en el momento del crimen. "Las pruebas biológicas demuestran que el sospechoso fue el autor de los hechos", según el fiscal. "La Policía resolvió el caso cuando se recogieron muestras y se compararon con otras personas", explicó. Resultó que era material genético del sospechoso.
Sostiene el fiscal que de momento no hay pruebas de que hubiera un segundo implicado en los hechos ni tampoco aceptó la teoría de la alevosía en el crimen: "No hubo ataque a traición ni tampoco se evitó sus posibilidades de defensa". Si se aprovecharon circunstancias favorables tras el ataque "como el bloqueo de la salida a la víctima", que permitió al sospechoso "aprovechar la superioridad del agresor sobre la víctima".
Dejó el dinero el procesado encima de la cama "porque quería conducir a equívoco a la Policía" y cualquier robo con violencia "en el que se aprovecha la fuerza del ataque es robo con violencia, según el Tribunal Supremo". Para el fiscal "las facultades mentales del sospechoso estaban íntegras", circunstancia que no atenúa la pena desde su punto de vista.
"Las pruebas practicadas demuestran que los hechos ocurrieron como yo proponía al principio, por eso solicito que declaren al acusado culpable", finalizó el responsable del Ministerio Público. "Se debe de hacer justicia", dijo el fiscal.
La letrada del hijo mayor habló de "salvajada" para calificar el crimen. "Les agradezco más que su atención", dijo al jurado, "lo duro que ha sido ver las imágenes. Pero eso es lo que la víctima vivió y lo que su hijo vio". La letrada pidió "no una venganza, sino que impartan justicia" y que los jurados "actúen con la misma frialdad que el autor" porque "cualquiera de nosotros podía haber sido ella. No se le hace eso ni a un perro". Agradeció el trabajo de los Cuerpos de Seguridad "que han removido todo lo que ha hecho falta durante dos años, hay que estar orgullosos de su tarea. Hace treinta años esto no se hubiera resuelto, sin las técnicas actuales de investigación".
La representante de la pareja sentimental de la víctima lamentó el complicado papel de la letrada de la defensa "que no ha podido contar ni con la declaración del procesado". Insistió en que la fallecida no abrió la puerta al acusado "sino que él entró sin permiso" y cometió allanamiento de morada "pero eso solamente lo sabe él", dijo en referencia al sospechoso. "Si se comporta bien en prisión, que lo hará porque es cobarde, con 40 años ya empezará a salir de prisión y tendrá vida por delante. Ella ya no recuperará la suya".
La acusación particular que representa al hijo menor de la fallecida solo difiere de la Fiscalía en torno al ensañamiento y considera que sí lo hubo.
Peritos del Instituto de Criminalística habían comenzado la sesión a primera hora de la mañana explicando que las muestras tomadas en la ropa de la víctima permitieron identificar al sospechoso como el varón al que pertenecían las muestras biológicas y descartaron a la pareja sentimental y al hijo mayor de la fallecida. En los interruptores de la luz del baño y del salón, se halló sangre "que solo podía ser del sospechoso o de alguien relacionado con él, por vía paterna".