La sanidad pública gana adeptos entre los mutualistas: un 30% rehúsa ir a la privada
De los 22.790 inscritos en Muface, Isfas y Mugeju, 6.967 se decantan por ser atendidos en el SNS y sin conciertos
Los funcionarios de carrera de la administración civil son parte de los mutualistas. RAMIRO
La tormenta perfecta que se cierne sobre la sanidad pública, jaleada por algunos por mantener unas listas de espera que consideran «excesivas» y por carecer, a juicio de otros, de suficientes manos y medios, contrasta con la tendencia protagonista en León. Desde hace una década, cada vez más mutualistas se lanzan a los brazos del sistema nacional de salud.
Así lo acredita la última estadística publicada por el Sacyl, que muestra que tres de cada diez profesionales vinculados a la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface), al Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas) y a la Mutualidad General Judicial (Mugeju) optaron el año pasado por recibir asistencia sanitaria pública en vez de a través de entidades privadas.
En conjunto un 30% de los 22.790 trabajadores vinculados en León a esas tres mutuas frente al escaso 13% que prefería en 2013 que les atendieran en los centros de salud y el hospital universitario leonés en lugar de en los concertados privados. Hace una década sólo eran 3.696 los profesores, funcionarios de carrera, militares y de la administración de justicia los que se decantaban por curar sus problemas de salud con los profesionales de la sanidad pública. Un número que se ha multiplicado hasta los 6.967 actuales.
Aún así cerca del 70% de los mutualistas siguen recibiendo cuidados sanitarios privados, pero la tendencia es hacia la integración en la pública. De hecho, el modelo Muface hace agua tras 48 años de vida por la preferencia del Gobierno a que todos los ciudadanos tengan el mismo sistema sanitario público sin privilegios de los funcionarios.
Y fuentes del sector opinan que el «concierto está destinado a extinguirse». Esa situación afectaría en León a 18.471 a la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado, 10.097 de Isfas y 1.189 de Mugeju. La idea que se ha barajado es sacar a los funcionarios de esas tres mutuas de prestación sanitaria privada de forma «paulatina» y su «inclusión, dentro de la cobertura sanitaria universal».
Muface atiende tras casi cinco décadas a 7.992 hombres y 10.479 mujeres en León; Isfas a 6.714 varones y 3.383 féminas y Mugeju a 427 usuarios y 762 usuarias. Su integración en el SNS podría generar un aluvión de nuevos pacientes a los hospitales y centros de salud públicos de la provincia. Para atender las prestaciones sanitarias de Muface, el Gobierno aprobó una partida de 3.571 millones de euros para el periodo comprendido entre 2022 y 2025, el mayor contrato de la Administración, que supone el 76,73% de la financiación de esta mutua. Otro 18,57% restante llega de las cotizaciones de mutualistas (con una cuota mensual según el grupo/subgrupo funcionarial al que pertenezca que oscila entre 51,68 y 21,07 euros), el 3,51% de subvenciones del Estado y el 0,25% de otros ingresos.
Si el Estado no renueva el concierto en 2025 o se disuelve el modelo mutualista, el sector valora que se debería «compensar» a aquellos funcionarios que han estado dentro de este modelo «pagando por él durante muchos años» cuotas que oscilan entre los 21 y los 51 euros.
También la Fundación Idis defiende que «actualmente la sanidad privada tiene un papel esencial en el sostenimiento del sistema de salud en términos de liberalización de recursos y complementación de servicios», por lo que habría que apostar por «aunar» el trabajo de la sanidad pública y privada «a través de la creación de un sistema sanitario único y colaborativo».