Rebelión por las multas del radar en calles de León con cuatro carriles y límites a 30 por hora
Las sanciones en Santos Ovejero desatan una causa general sobre el mapa de la velocidad

Los cuatro carriles de Santos Ovejero.
No hay una medida que afecte al ciudadano que no tenga la bendición de las normativas europeas; las limitaciones y sanciones por los topes de velocidad en las ciudades, también. Una de ellas, trae de cabeza a usuarios sobre los que pesa una sanción tramitada por el dispositivo radar móvil en la calle Santos Ovejero, que ha abierto una brecha de debate y pleito, por las dimensiones del vial y la disposición del tramo que une tres arterias principales del barrio de Eras; a la vez, de la conectividad de la zona norte de la ciudad.
El caso de Santos Ovejero se traslada a otras vías que no se incluyeron en la relación de excepciones a la norma que, de forma general, vino a aplicar el Ayuntamiento de León cuando en 2021 adoptó el reglamento general de la DGT, que inspiró y bendijo la comisión de transportes de la Unión Europea. Máximo límite de circulación a 30 por hora, a excepción de once con el tope aún a 50 kilómetros por hora, al margen de los cordones de circunvalación, por donde se permiten tramos a 70 por hora, desde hospitales hasta Carrefour, a 100 por hora, desde el Portillo hasta la salida de Armunia, y a 120 por hora, en el resto del recorrido hasta enlazar con el nudo de las autovías y autopistas a la verra de La Virgen del Camino.
Las excepciones dentro del casco urbano se localizan en la carretera de Carbajal, Gutiérrez Mellado, Mártires de Somiedo, Puerto Pando, avenida Universidad, Príncipe de Asturias, Europa, Portugal, Sáenz de Miera, Antibióticos y la carretera de Vilecha. No aparece en esa relación Santo Ovejero, donde el rádar dispara a los vehículos que superan los treinta koilóemtros por hora, y a pesar de tratarse de un vial con dos o más carriles por cada sentido se circulación; igual que Gutiérrez Mellado o la avenida de la Universidad, que sí están exentos de esa carga de limitación.
Las sanciones han dejado como rastro una polvareda que es notoria en redes sociales, y está a punto de saltar la valla del contencioso, mientras la defensa de los afectados busca refugio en la legalidad para agarrarse a la cuestión esencial que se resume en cómo un vial de cuatro carriles y arteria clave para la fluidez del tráfico en León tiene la limitación de velocidad de una calle con un único carril por sentido de la marcha. A la norma general, se suman apuntes de sentencias judiciales que marcan una analogía de otras ciudades con el caso que ocupa a automovilistas en la foto del radar de Santos Ovejero: un juzgado de Madrid ya ha dictado sentencias sobre la necesidad de que exista una señalética tanto horizontal como vertical previa al punto en el que se notifique la sanción, para poder aplicar el límite de velocidad señalado.
Y se añade que se precisan elementos de señalización que resulten probatorios de que ese punto determinado se aplica una limitación extraordinaria, ajena a la norma que corresponde a la estructura del vial.
Este de los límites de calles concurridas de León dispuestas sobre dos o más carriles por sentido de circulación es una de las causas que genera más polémica en la actuación de control de velocidad que aplica la policía local de la capital leonesa a través de los dispositivos móviles y llega a superar a aquel otro controvertido del margen y la holgura que se concede antes de notificar una sanción cuando se supera uno de los límites establecidos.
Las multas del radar en Santos Ovejero convocan y elevan la discusión sobre el reparto de exenciones de límites a treinta por hora en arterias con capacidad para dos o más carriles por sentido de la circulación, o los viales que en esa esencia también comparten una función clave para racionalizar el acceso a la ciudad. Se abre discusión en torno la prolongación de José Aguado por La Lastra, la conexión de este polígono de viviendas hacia Sáenz de Miera a través de la avenida o el paseo de Los Aluches, que ahora mismo atraviesa una planicie despoblada en casi toda su extensión (salvo un trecho en el que hace chaflán con la salida de la avenida del Parque).
La revuelta de los multados en Santos Ovejero ha logrado devolver el debate de León, ciudad a treinta, al génesis del proceso; cuando hace casi cuatro años, el Ayuntamiento colocó unos carteles informativos en todos los puntos cardinales y entradas de la urbe, que a tenor de algunas sentencias judiciales y el interés general de la población leonesa han envejecido mal.