Odisea sin final en la circulación ferroviaria
El AVE de Alicante a León alcanzó Chamartín a lomos de cercanías
Una avería detuvo el tren antes del túnel del Chato y retrasó más de dos horas y media el viaje

Uno de los coches del AVE de Alicante a León.
La agitación no sale del tren; de los trenes que vuelven y salen de León, plagados de incidencias que los partes tratan de disimular o disfrazar de anécdotas.
Una de ellas se vivió en el tren que procedía de Alicante con destino a la capital leonesa, atrapado en una avería pasadas las ocho de la tarde, en las inmediaciones de Valdemoro (Madrid), y que obligó a un despliegue total de medios para solventar una mácula que se escapa a la categoría de peripecia. Lo rebatirían los viajeros atrapados en los coches del AVE, detenido en la vía 1 próxima a la estación de esa localidad madrileña de Valdemoro, con el maquinista en pesquisas a causa de una avería en el pantógrafo; la operación se encaminó con una composición de Ouigo con marcha a la vista para que procediera a reconocer la catenaria, tras haber advertido desconexión de tensión con reenganche automático.
El AVE a León comenzó a reiniciar equipos, mientras la operación de rescate empezó a comer terreno ferroviario en Valdemoro, mientras el procedimiento toma forma de guion de película: a las ocho y cuarto de la tarde, el AVE 5181 se estaciona en via 3 de Valdemoro en posición de espera, para acoplarse al AVE a León, en el caso de que el maquinista no lograra reparar la avería y continuar en doble composición, una vez completada toda la maniobra; al quedar totalmente inútil la composición de AVE a León tras el acople, el tren circularía a la mitad de potencia, sin capacidad para subir la rampa entre Jardín Botánico y Chamartín, de forma que se tienen que encaminar los trenes a Puerta de Atocha. En ese punto próximo al Chato se localiza la rampa que dio origen a aquel incidente con una composición que dejó varias semanas a un tren volcado en mitad de la galería.
El caso es que los viajeros del AVE que se dirigía a León mediante paso intermedio pro Madrid, fueron encaminados en trenes de cercanías a Chamartín; y la operadora comunicó la movilización de otra rama de 112 con el fin de llevar a los pasajeros a destino; a las diez y unos minutos de la noche llegó el tren auxiliar con los viajeros afectados por el retraso; la continuidad del AVE a León se movió con un retraso de dos horas y media de demora, una vez completado el transbordo del pasaje a través de la colaboración de unidades de cercanías. El visto para sentencia terminó de madrugada en la capital leonesa, donde engordan a diario la secuencia de incidentes de una naturaleza similar, mientras los trenes tratan de superar inconvenientes; en ese estrato se coloca el que sufrió este mismo domingo el Vigo-Barcelona, una de las conexiones con más demanda y menos oferta de las que tienen trasiego por la estación de León.
La falta de maquinista, con motivo de los cuadros de descanso a los que tienen que atender estos profesionales, retrasó el movimiento del tren en dos horas. Los pasajeros , que denunciaron el envite, alzan la voz: «Será que quieren cargarse la conexión con Barcelona por León, ni un mensaje de móvil hemos recibido para advertir de la incidencia», exclamaron.