Diario de León

La cifra de parados baja en León pero el gasto en desempleo se dispara hasta 210 M€ anuales

Casi la mitad de los pagos son subsidios, no contributivos. Una bolsa de paro que está cronificada

León tiene menos desempleados, aunque las prestaciones aumentan su gasto.

León tiene menos desempleados, aunque las prestaciones aumentan su gasto.jesús f. salvadores

María Jesús Muñiz Prieto
León

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El número de parados registrados en las listas del Servicio Público de Empleo (Sepe) se reduce en León. También el de beneficiarios de las distintas modalidades de protección por desempleo. Sin embargo, el gasto en esta protección social se dispara en la provincia. Sólo en el último año las pagas y subsidios por no conseguir un trabajo aumentan en 17 millones de euros el gasto de este capítulo en la provincia. Hasta rozar los 210 millones anuales.

Cómo se explica el mayor gasto con una cifra históricamente baja de parados oficiales (aunque forman una bolsa de desempleo enquistado difícil de superar) es una de las ecuaciones que se mueve entre una legislación de protección social más ambiciosa y el preocupante déficit de las arcas públicas ahora también en el servicio de empleo.

Las sucesivas reformas de los últimos años, con el bache del parón del empleo y la necesidad de asumir el gasto de paro forzado del covid por medio, dejan sobre la mesa un incremento del gasto en estas prestaciones que las cotizaciones sociales no son capaces de afrontar. En el caso de León, ponen en evidencia además una bolsa de desempleo estructural, envejecido y de larga duración que tiene pocas opciones de reenganche. Pero tras las últimas reformas, mejores perspectivas de subsistencia. Con cada vez menos ingresos en cotizaciones, la ecuación es evidentemente deficitaria para las arcas públicas.

León comenzó este ejercicio con 14.185 perceptores de prestaciones por desempleo, de ellos poco más de la mitad (7.787) eran contributivas, es decir, se cobraban por lo cotizado anteriormente a la situación de desempleo. Otras casi 6.500 eran subsidios, para situaciones de paro cronificadas.

La cifra de perceptores de estas prestaciones son así históricamente bajas: repuntaron evidentemente en 2021 con la paralización económica de la pandemia pero están incluso por debajo de la de inicio de 2019, en pleno ciclo expansivo. Y muy lejos de las más de 25.700 que se pagaban en 2013, el año más duro para el empleo de la Gran Recesión.

La cuantía media que perciben los beneficiarios actuales de las prestaciones en conjunto es en León de más de 968 euros al mes, por debajo de los 1.020 euros que se cobran de media a nivel nacional. Quienes perciben la prestación contributiva cobran de media 1.492 euros mensuales; frente a los 900 euros de quienes perciben el subsidio. El cobro más reducido es el de los beneficiarios de la Renta Activa de Inserción, 460 euros al mes.

En total suponen al inicio de este ejercicio un gasto mensual que supera los 17 millones de euros en la provincia, frente a los menos de 16 millones de hace un año. Entonces había más de 700 beneficiarios más que ahora.

Mayores de 52 años en subsidios y más mujeres en la renta activa de inserción

Las prestaciones por desempleo no contributivas, aquellas que se cobran cuando ya no se tiene derecho al paro por las cotizaciones realizadas, están copadas en la provincia fundamentalmente por una bolsa estructural de desempleados que forman sobre todo los mayores de 52 años y las mujeres.

Según los datos del Servicio Público de Empleo (Sepe), en el caso del subsidio (que cobran quienes han agotado el paro contributivo) el 75% de los perceptores en la provincia tiene más de 52 años. Un colectivo con especiales dificultades para reincorporarse al mercado laboral. Otro 14% aproximadamente son los que han agotado la prestación contributiva, o no tienen cotizado lo suficiente.

En las prestaciones no contributivas se incluye también la Renta Activa de Inserción, para aumentar las posibilidades de vuelta al empleo de las personas con especiales necesidades económicas. En León el último dato no llega a las 500 personas, y casi un 70% de ellas son mujeres. Además más del 70% tienen más de 45 años.

En este grupo se incluyen también los discapacitados y las víctimas de la violencia de género.



Más gasto

Una de las causas del crecimiento del gasto en la protección social al desempleo en los últimos años se centra en la incorporación de nuevos colectivos a estas prestaciones, como el de las empleadas del hogar. Pero sobre todo a las recientes reformas legislativas, que eleva las cuantías. Como el fin de la reforma del PP, que rebajaba al 50% la base reguladora a partir del sexto mes, o el complemento de apoyo al empleo, que permite compatibilizar la prestación y la actividad laboral. El aumento de las percepciones no se debe a empleos de mayor calidad, sino a los cambios legales.

Despidos y fijos discontinuos, en el incremento

Una de las conclusiones que sorprende del aumento del gasto en prestaciones por desempleo es que crece en las contributivas, justo cuando más baja el paro. En cambio, se modera en las que tienen carácter asistencial (subsidios y renta de inserción). La causa es el incremento de despidos y los fijos discontinuos, con la reforma laboral.

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