Ya se conoce la ubicación definitiva del nuevo radar cazamultas de León
-El Ayuntamiento coloca una carcasa frente al centro deportivo de Eras y otra en Joaquín González Vecín, cerca del cruce de los Jesuitas, en el entorno del campus universitario
-El consistorio trasladará a uno de los emplazamientos el equipo sancionador que ahora está en San Juan de Sahagún, en el barrio de La Palomera

Sin apenas sanciones ya apuntadas en la avenida San Juan de Sahagún, en el barrio de La Palomera, el radar fijo del Ayuntamiento de León se trasladará. Las alternativas abiertas fijan dos nuevas carcasas: en la conexión de Padre Isla con la carretera de Carbajal, delante del centro deportivo de Eras de Renueva, o en Joaquín González Vecín, cerca del cruce del colegio de los Jesuitas, en el entorno del campus universitario de Vegazana.
Los operarios acaban de colocar las carcasas en los dos emplazamientos posibles. Aunque no hay fecha exacta todavía para la puesta en funcionamiento del radar, que tendrá que quitarse de su actual ubicación, en la avenida San Juan de Sahagún, delante del gimnasio el Calabozo, y pasar la validación del centro Español de Metrología que certifique la fiabilidad de las mediciones de velocidad en este punto de la ciudad, los responsables municipales prevén que antes de final de junio esté operativo y multe en dos sentidos de circulación y hasta cuatro carriles.
Dentro de las dos alternativas, la ubicación delante del centro deportivo de Eras se estudia ya desde hace más de un año. El lugar escogido coincide antes del entronque con el antiguo 18 de julio, en una vía de acceso a la ciudad, ya dentro de la limitación a 30 kilómetros por hora. Ahí, los vehículos de entrada a la capital leonesa aún mantienen la inercia de la velocidad de la carretera de Carbajal, mientras que los que salen empiezan a acelerar tras rebasar la limitación de 10 kilómetros por hora de la recién reurbanizada avenida Padre Isla.
La otra alternativa posible busca cazar a los vehículos en Joaquín González Vecín. Con dos carriles en cada sentido, la avenida va desde la rotonda de entrada al campus hasta la glorieta de Mercadona. La carcasa se ha situado justo antes del cruce hacia los Jesuitas y la facultad de Educación, un entorno de gran afluencia de tráfico en la que, al igual que en la prolongación de Padre Isla, el límite de velocidad está marcado en 30 kilómetros por hora.
Los dos nuevos emplazamientos supondrán la eliminación de otras tantas carcasas actuales. Desaparecerán los postes con el cajetín que hay en San Juan de Sahagún y en la avenida de la Universidad, en el entorno del polígono La Torre. Se mantendrá en cambio la tercera de las estructuras actuales, situada en la avenida Real del Ejido, en las inmediaciones del polideportivo Salvio Barrioluengo, aunque sin que se prevea volver a colocar allí el equipo sancionador por el momento.
La gestión del radar fijo entra dentro del gran contrato del Ayuntamiento de León para la "disciplina del tráfico", en el que entran además los cuatro fotorrojo, los semáforos y las cámaras del tráfico y los accesos al casco histórico. Aunque ya venció en noviembre de 2023, el compromiso se ha prorrogado de manera irregular, como afeó ya Intervención al alcalde, José Antonio Diez. Fuera ya de plazo, la multinacional, Kapsch Trafficcom Transportation SAU, antigua Telvent, cobra cada año 588.210 euros fijos. Por encima de esta cuenta, se anota 0,8741 euros por cada sanción que supera las 600 mensuales en cada semáforo de foto rojo y 2,5667 euros por cada multa del cinemómetro fijo que sobrepase esta misma cifra límite.
El sistema permite que el Ayuntamiento de León rote el radar entre las tres carcasas fijas. Sólo funciona a la vez en un punto, pero los responsables municipales cuentan con la posibilidad de cambiarlo e, incluso, elegir cada año una nueva ubicación.
El contrato ha evolucionado desde que en el 2009, el ahora alcalde José Antonio Diez, entonces como concejal de Movilidad y Seguridad, estrenara el primero de los fotorrojo. El equipo se colocó en el cruce de la avenida Europa con la plaza de Santa Ana. Ahora, están en el paseo de la Condesa Sagasta, antes del cruce con Lucas de Tuy; en la intersección del paseo de Salamanca con avenida de Palencia; en Santa Ana; y en Doctor Fleming, antes del giro hacia Orozco.
En este tiempo no sólo han cambiado los fotorrojo, sino el radar fijo, que se estrenó en el año 2015 en Alcalde Miguel Castaño. Desde entonces ha estado en Doctor Fleming, antes del cruce con la calle Industria; en Reyes Leoneses, rebasado el Musac; en Alcalde Miguel Castaño de nuevo, entre la plaza de San Francisco y Las Fuentes; en la avenida Universidad, donde abarcó los cuatro carriles, dos en cada dirección; en la avenida Real del Ejido; y en la el cruce de Oteruelo, a la entrada de la ciudad, donde con la limitación a 50 por hora llegaron a contabilizarse 246 boletines diarios en las primeras semanas.
El funcionamiento del radar fijo, al que se añade la labor del cinemómetro móvil que se coloca en seis emplazamientos diarios de la ciudad, se ajusta de acuerdo a los criterios de la DGT. Con este modelo, a la velocidad registrada se le aplica una rebaja de 7 kilómetros por hora como umbral de error. Con este margen, si se trata de una vía de 30 kilómetros por hora, la sanción llega en los casos en los que el vehículo alcance los 38 kilómetros por hora. El descuento se aplica también al tramo de sanción. Entre 31 y 50 por hora, la tabla regula que se aplicarían 100 euros, con opción de rebajar a 50 euros por pronto pago. Si el coche iba a 55 por hora, la resta de los 7 kilómetros apuntaría este cargo de 100 euros, no el superior de 300 euros.

Radar en el entorno del campus universitario y del colegio Jesuítas
